Una tormenta de arena sorprendió a una ciudad en China, cuyos habitantes vieron la gigantesca pared de más de cien metros avanzar hacia ellos.
La visibilidad quedó a máximo cinco metros una vez que la tormenta de arena lo envolvió todo, y el cielo quedó amarillo en la provincia de Gansu, en el noroeste de China.
Muchos vehículos quedaron varados en las carreteras y hubo múltiples accidentes; ya en marzo una tormenta de arena causó afectaciones en la capital, Beijing, donde la contaminación en el aire aumentó al grado de que cientos de vuelos fueron suspendidos.
Impresionante tormenta de arena entra a China
El fenómeno natural de la tormenta de arena, se debe a que el polvo se levanta del desierto de Gobi en Mongolia y en el norte de China, por lo que en este país se está plantando una barrera de árboles (“La Gran Muralla Verde”) para tratar de frenar ahí al gigante de arena.
Pero esta no es la única fuerza de la naturaleza a la que han tenido que enfrentarse los ciudadanos en China, pues el país está sufriendo los estragos del tifón In-Fa, que golpeó cuando estaban limpiando los datos por unas fuertes inundaciones que sufrieron días atrás.
Sitios turísticos, conexiones ferroviarias y los dos aeropuertos de Shanghái fueron cerrados durante el fenómeno y la lluvia afectó a comerciantes en los barrios.
AHM