Dar un paseo nocturno puede salvar una vida, o al menos eso le pasó al joven chileno Willians Mollo Flores, quien en una noche escuchó aullidos provenientes de una obra en construcción.
Cuando se acercó, vio que el perro que lloraba no estaba tratando de llamar la atención sobre sí mismo, sino que alguien más estaba en una gran dificultad.
“Estaba pidiendo ayuda. Su amigo había terminado en un hoyo y no había forma de que pudiera salir solo”, dice Flores, quien se bajó y sacó al perrito. Tan pronto como tocó el suelo con sus patas, el perro que había caído corrió hacia su amigo casi como si quisiera agradecerle.
Ante semejante gesto de amor, Williams se los llevó a su casa y luego lanzó un llamado en redes sociales para pedir ayuda porque no podía quedárselos.
Aunque era medianoche, la animalista Valeska Torres Tapia atendió su llamado y fue a buscar a los dos perritos callejeros: “Los llevé a mi casa. Estaban asustados, pero les di todo el amor que pude mostrarles'.
Los cepilló y les llamó Ángel y Salvador: “Son inseparables. Es algo hermoso: se abrazan, se cuidan y no se sueltan. Estos dos pequeños son como gemelos siameses porque siempre se abrazan", dijo Valeska.
Al final, viendo su vínculo tan fuerte y sabiendo que difícilmente serían adoptados juntos, Valeska Torres decidió mantenerlos a ambos en su casa: “Después de salvar a un perro, siempre trato de buscarles una familia agradable pero sé que sería difícil para Ángel y Salvador encontrar una familia, ya que son inseparables. No se pueden separar. Así que los mantendré y les daré más amor del que jamás podrían imaginar'.