Si cuidar la salud no es motivo suficiente para evitar la comida frita, entonces, con la más reciente denuncia hacia una famosa cadena, los amantes de estos restaurantes la pensarán dos veces antes de volver a planear una visita familiar.
A través de redes sociales, la integrante de una familia denunció que, dentro del pollo frito que compró en una sucursal de la cadena KFC, apareció un complemento inesperado: larvas vivas.
En la publicación donde denunció este hecho, la mujer refirió que se llevó un par de piezas de pollo que sobraron de la visita que hizo con su familia a una sucursal en San Juan del Río, Querétaro.
Narró que, al momento de querer calentarlas en el microondas, fue cuando descubrió, debajo del recubrimiento empanizado, un par de larvas vivas que caminaban libremente sobre la carne del pollo.
Ante esto, la mujer guardó las piezas y volvió al restaurante, donde, al parecer, la queja fue improcedente, pues refirió que no solo esperó cuatro horas para ser atendida, sino que, además, la respuesta del personal fue que seguramente ella colocó las larvas ahí. “[Pero] otros clientes vieron las larvas vivas, el personal las vio”, se quejó la comensal.
Finalmente, personal del restaurante le entregó a la mujer un folio para consulta y, por supuesto, una invitación a volver a visitar la sucursal próximamente.
A propósito, la comensal refirió que no es justo “pagar por alimentos de esta calidad, en este estado, y que todavía nos acusen en lugar de hacerse cargo”.
Concluyó que “las grandes cadenas juegan con nuestra salud” e invitó a los lectores a revisar el estado de todos sus alimentos antes de consumirlos.
Hasta el momento, la cadena KFC no se ha pronunciado al respecto.
AM