El vino tinto es una bebida que suele usarse para acompañar comidas y para compartir con seres queridos. Estas épocas de fin de año, cientos de personas compran botellas para llevar a sus reuniones y disfrutar del sabor de la uva fermentada. En La Razón te damos algunos consejos para que elijas el vino que mejor se adecue a tus gustos.
La variedad en sabores de vinos es vasta y este se debe a los diferentes tipos de uvas con los que son elaborados. Dependiendo del tipo de uva, la bebida puede ser más dulce o más seca. Los vinos dulces vienen acompañados de una sensación de suavidad, mientras que los vinos secos son los más recomendables para acompañar cualquier comida, gracias a que poseen menor cantidad de azúcar.
Lo dulce en los vinos lo producen los azúcares y los alcoholes, dotando a cada tipo de un peculiar sabor para ser utilizado en distintas ocasiones, según los gustos del consumidor. A continuación, clasificamos los tipos de uva, de la más dulce a la más seca para que lleves a la cena de fin de año el vino indicado.
Monastrell
Se trata de una uva muy dulce con un sabor potente y frutal con toques de zarzamora. Es capaz de producir vinos modernos y de gran calidad con una alta graduación alcohólica, ideal para carnes rojas a la plancha, estofados, conejo frito, cordero y quesos poco curados y de leche de oveja.
Garnacha Tintorera
Esta uva es la única que tiene la pulpa violácea y da vinos muy intensos que normalmente se mezclan con otras variedades con menos color. Este vino es perfecto para acompañar platos potentes a base de carne.
Syrah
Uva que produce vinos amables y de aromas profundos a frutas silvestres y a violeta que pueden evolucionar a notas herbáceas y de pimienta después de una larga crianza. Bebidas versátiles que combinan bien desde carnes blancas a rojas, así como pastas y quesos maduros.
Cabernet Sauvignon
Con un tono rojo intenso y con aromas frutales, florales y herbales, estos vinos, al envejecer ganan mucho en finura, aroma y sabor. Cuando son jóvenes, son afrutados, aromáticos y ligeramente herbáceos. Son un buen acompañante para carnes rojas a la brasa o asados, mientras que para guisos de carne se recomienda un Cabernet Sauvignon más joven.
Tempranillo
Considerado un vino de cuerpo medio, con un marcado carácter frutal y con una graduación alcohólica baja, el Tempranillo tiene un característico color rubí con aromas de bayas, tabaco, vainilla y toques herbáceos y florales. Suelen ser vinos amables, finos y sedosos que combinan a la perfección con carnes rojas y blancas, charcutería, quesos curados y quesos azules.
DGC
