Se sabe que los apellidos tienen su origen en la Edad Media, el concepto como tal se comenzó a utilizar para identificar a los grupos o familias, casi siempre por su lugar de origen, el oficio que desempeñaban o alguna característica física.
Se trata de una parte de nuestro nombre que nadie puede escoger. Es de recordar que, en la antigüedad en Europa, los oficios se heredaban de generación en generación, lo que facilitó que las familias fueran reconocidas y valoradas en una comunidad.
Por ejemplo, un grupo familiar que se dedicaba a trabajar con metales podrían ser: Herrero, Herranz, Ferreiro o Ferreyro, Smith, Schmidt; si de dedicaban a fabricar zapatos: Zapatero, Schumacher, Sabater.
También hay otros trantos que respondían a un atributo físico como Moreno, Rubio, Calvo. Otros más delatan la región o poblado de los personajes, ahí están: Madrid, Aragón, Hannover, Puebla, entre otros.
En España, que es de donde provienen la gran parte de los apellidos que hay en México, existen los patronímicos con terminación ez u oz, que lo que significan “hijo o descendiente de”, Benítez, deriva del nombre de pila Benito, Fernández de Fernando, etc.
Cómo saber el origen y significado de mi apellido
La tecnología está a la orden del día y a través de diversas plataformas en la red, se puede tener acceso al origen y significado de los apellidos. Así de alguna u otra forma nos podemos dar una idea de donde vienen nuestros antepasados.
Forebears es una de ellas, y no hay que hacer más que verificar que se halle en español, poner el apellido, ver cuál es la relevancia en cada país, seleccionar y listo, se arrojan datos estadísticos sobre ese apellido.
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