El Sol es un factor muy importante para la vida, pero éste podría ser el causante de un terrible final para el planeta Tierra y para la humanidad, con su transformación en una estrella gigante roja.
El planeta Tierra podría ser destruido completamente algún día por el consumo de la totalidad de hidrógeno que el Sol alberga en su núcleo y lo transforma en helio mediante fusión nuclear.
De esta forma, comenzará a quemar hidrógeno y expandirá su tamaño considerablemente, para después enfriarse y convertirse en una estrella de color rojo.
En esa fase, el astro sería un subgigante e iniciará su transformación en una gigante roja, proceso que no tiene marcha atrás porque se trata de un proceso natural.
En el momento en el que la atmósfera baje su temperatura hasta alcanzar un valor mínimo crítico, el Sol comenzará a inflar el tamaño de su radio hasta superar los 100 millones de kilómetros.
De acuerdo con las estimaciones realizadas por los expertos, el llamado astro rey tiene unos 4.500 millones de años y está en la mitad de su ciclo de vida.
Por lo anterior, dentro de 5.000 millones de años, aproximadamente, el Sol se convertirá en una gigante roja, multiplicando su tamaño hasta por 100.
Así es como el Sol podría ‘devorar’ a la Tierra
La estrella roja arderá a temperaturas de hasta 5.000 k (4.726 grados celsius), lo que causaría el fin de la humanidad.
Los primeros planetas afectados por el aumento de tamaño del Sol serán Venus y Mercurio, que serán derretidos y evaporados. Después, la Tierra será el próximo mundo que desaparecerá sin dejar rastro.
Lo anterior fue plasmado en un vídeo realizado por la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), en donde la estrella va aumentando progresivamente de tamaño.
Al momento de que el Sol haya agotado toda su energía, se convertirá en una estrella blanca, conocida como enana, por lo que se enfriará progresivamente durante millones de año.
Según el Instituto KU Leaven de Bélgica, la enana blanca tendría un tamaño similar al de la Tierra, aunque sería muchísimo más pesada, pues una sola cucharada de materia de enana blanca puede pesar en torno a cinco toneladas.