El término “woke” es una herramienta retórica que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, utiliza para capitalizar el descontento cultural y consolidar su liderazgo político.
Su uso frecuente busca crear un lenguaje emocional y polarizador que resuene con su audiencia conservadora y en ese afán, se ha escuchado mucho el término en los últimos años, sobre todo desde antes incluso de que comenzara su campaña electoral rumbo a las elecciones del mes de noviembre del 2024, en Estados Unidos.
Este día compartimos contigo un poco sobre lo que significa “ser woke” en Estados Unidos, su origen y las principales características de este movimiento.
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¿Qué significa ‘ser woke’ en Estados Unidos?
El término “woke” proviene del inglés y significa “despierto”. Originalmente, su uso estuvo vinculado a la comunidad afroamericana y hacía referencia a la conciencia sobre la injusticia racial y social.
Su aparición se remonta a mediados del siglo XX, en especial con el auge del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos. La frase “Stay woke” (mantente despierto) se popularizó en la cultura afroamericana como un llamado a la atención sobre la discriminación sistémica y la brutalidad policial.
Sin embargo, en la década de 2010, el término adquirió un significado más amplio y fue adoptado por movimientos progresistas para referirse a una postura de conciencia social respecto a diversas problemáticas, como el feminismo, los derechos LGBTQ+, el cambio climático y la justicia económica. Con el tiempo, “ser woke” se convirtió en un sinónimo de compromiso con causas sociales y de desafío a las estructuras de poder tradicionales.
Características del movimiento ‘woke’
- Conciencia social. Implica una comprensión crítica de los problemas de desigualdad y discriminación.
- Activismo digital. Se ha difundido a través de redes sociales, donde las etiquetas (#MeToo, #BlackLivesMatter) han impulsado el debate público.
- Inclusividad. Busca visibilizar y dar voz a minorías históricamente marginadas.
- Crítica a las estructuras de poder. Se enfoca en desafiar instituciones consideradas opresivas o discriminatorias.
- Rechazo a discursos de odio. Defiende el lenguaje inclusivo y denuncia expresiones consideradas racistas, machistas u homofóbicas.
De término progresista a ser usado como arma política
En los últimos años, “woke” ha sido adoptado por la derecha conservadora como un término despectivo. Políticos y comentaristas conservadores lo han utilizado para criticar lo que perciben como una “cultura de la cancelación”, acusando al movimiento woke de censurar opiniones divergentes y promover una agenda ideológica radical.
Este giro en su significado ha generado un intenso debate en la sociedad estadounidense. Mientras algunos ven el movimiento woke como una evolución necesaria hacia una sociedad más justa, otros lo consideran una amenaza a la libertad de expresión y a las tradiciones culturales.
En definitiva, “ser woke” en Estados Unidos ya no es solo una postura social, sino un símbolo de la polarización política contemporánea. Para algunos, representa el avance de los derechos civiles; para otros, una ideología que impone códigos de pensamiento. Lo que es innegable es que el debate en torno a este término continuará definiendo el panorama político y cultural del país.
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