Cada primero y segundo de noviembre, miles de hogares mexicanos se transforman en templos vivientes. Las mesas se visten con manteles, velas, colores intensos, aromas penetrantes y retratos que suscitan emoción: es la tradicional ofrenda de Día de Muertos.
Más allá de su apariencia festiva, este ritual es un puente entre los vivos y quienes partieron, un momento cargado de memoria, simbolismo y cariño. Cada elemento ha sido pensado para guiar al espíritu, nutrirlo, purificar el ambiente y recordar que la muerte no es un final, sino una continuidad.
En La Razón te explicamos ¿cuál es el significado de los elementos de la ofrenda de Día de Muertos?

¿Quién mató a Viviana Haeger?

¿Cuál es el significado de los elementos?
- Fotografía del difunto: ocupa un lugar central y personaliza la ofrenda. Sirve para reconocer a quien partió y establecer un vínculo con su memoria
- Velas, veladoras o cirios: representan la luz que guía a las almas hacia el mundo de los vivos. En algunos altares, cuatro velas en forma de cruz
- Agua: se coloca para calmar la sed del alma después de su largo trayecto del más allá
- Sal: actúa como elemento purificador, protegiendo y conservando al espíritu en su viaje
- Flores de cempasúchil: su color anaranjado y su aroma potente sirven como guía para las almas, es el camino que deben seguir
- Papel picado: el viento cobra presencia mediante este elemento flotante
- Pan de muerto: representa la comunión, así como el afecto hacia el difunto
- Calaveras de azúcar: símbolo lúdico de la muerte; nos recuerda que este ciclo también puede celebrarse con dulzura y memoria
- Comida, bebida y objetos personales: los platillos favoritos, los vasos de agua o vino y los objetos familiares traen hospitalidad y cariño

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