"Estaba más allá de mi imaginación más salvaje lo poderoso que era cuando lo bebía..."

Joven vegano asegura que el beber su propia orina le curó la depresión

Harry Matadeen, de 34 años, asegura que beber su orina de un mes le ha ayudado a curar su depresión y además, a lucir 10 años más joven.

Harry Matadeen
Harry Matadeen Foto: Instagram

Harry Matadeen, de 34 años, es un joven vegano proveniente de Hampshire, Reino Unido, asegura que beber su orina de un mes le ha ayudado a curar su depresión y además, a lucir 10 años más joven.

Matadeen dijo que solía sufrir de depresión y ansiedad social severa, comenzó a consumir sus propia orina en 2016 porque estaba "desesperado por curar" sus problemas de salud mental.

El joven menciona que su orina, de la que bebe 200 ml todos los días, lo dejó sintiendo "una nueva sensación de paz, calma y determinación" y lo curó casi de inmediato.

"Estaba más allá de mi imaginación más salvaje lo poderoso que era cuando lo bebía... Desde el momento en que bebí la orina, despertó mi cerebro y eliminó mi depresión", comentó para algunos medios locales.

Él jura que su orina es "súper limpia" e incluso ha publicado varios libros sobre terapia de orina, incluidos "Aged Urine: Discovery Of The Century" y "Aged Urine: Re-Discovery Of The Century".

"La orina fresca nunca es tan mala como imaginas: tiene un olor neutro y no tiene mal sabor a menos que seas realmente tóxico", insistió Matadeen. "Pero la orina envejecida siempre huele mal y el sabor es refinado y adquirido. Solo diré que lleva un tiempo acostumbrarse".

De hecho, ahora me gusta el olor y el sabor de mi orina envejecida, debido a la neuroasociación de los beneficios y la alegría que me da después de que la tomo en mi sistema
Harry Matadeen

Tal parece que no sólo se preocupa por su interior: Matadeen dijo que también unta su orina en sus manos y se la masajea en la cara como humectante.

El joven llamó a su proceso "el secreto de la eterna juventud" y juró que a menudo lo confunden con alguien de 20 años. "A veces, cuando estoy en los urinarios y nadie está mirando, ahueco mi mano y salpico la orina fresca que estoy excretando en mi cara y la froto", agregó.

Harry Matadeen también menciona que su familia "nunca aprobó" su hábito "repugnante", que según él fue una de las razones por las que su hermana dejó de comunicarse con él.

Los médicos advierten que no hay pruebas de que la urofagia tenga algún beneficio. Dicen que la práctica, que se cree que se originó en el antiguo Egipto, acelera la deshidratación y expone a los bebedores a las bacterias.

Temas: