A lo largo de los años, se ha visto a los animales de compañía, particularmente a los perros y a los gatos, como parte integral de una familia. Por ello, cuando éstos fallecen —lo cual, resulta inevitable vivir en algún momento de la vida a causa de su corta edad—, se inicia un proceso de duelo que puede ser difícil para los integrantes del hogar.
Sin embargo, afrontar la tristeza por despedir a un “lomito” o un “michi” no es el único reto por el que deben atravesar las familias cuando aquellos pierden la vida. También, se deben tomar en cuenta criterios para despedir correctamente al animal de compañía, relacionado con temas de salud, espacio e, incluso, dignidad de la mascota.
¿Qué hacer cuando mi mascota fallece?
Cuando fallece un animal, especialmente un perro o un gato, es común que las familias decidan enterrar sus cuerpos en sus patios o jardines. Sin embargo, veterinarios han advertido los riesgos de salud que podría conllevar esta práctica.
En primer lugar, se señala que, si el animal falleció por alguna enfermedad viral o bacteriana —salmonelosis, parvovirus, entre otras—, existe el peligro de que los humanos u otros animales que habitan en la casa estén en contacto con los agentes contagiosos desprendidos del cuerpo de la mascota.
Asimismo, se señala que, si el animal fue sacrificado por inyección, el anestésico, el cual permanece en su cuerpo alrededor de un año, podría hacer daño a otras mascotas que se acerquen al lugar donde se enterró al mismo.
Por ello, la principal recomendación es cremar a la mascota fallecida. Para esto existen opciones que van desde la cremación individual hasta la colectiva, siendo la primera la favorita entre muchas familias dado a que, con ésta, los dueños se aseguran de que las cenizas que reciben sí pertenecen a su antiguo compañero.
Asimismo, muchos de los lugares que se dedican a la cremación también ofrecen otros servicios como cartas o fotografías personalizadas, así como las conocidas “salas de despedida”, en las cuales se realizan rituales para darle el último adiós a las mascotas fallecidas.
Ante todo, lo más importante después de presenciar el fallecimiento de una mascota es acudir con tu veterinario de confianza, pues él te indicará cuál es la mejor opción para despedir a tu compañero.
¿Dónde puedo cremar a mi mascota?
En México, existen diferentes empresas dedicadas a ofrecer el servicio de cremación, algunas con las características añadidas antes mencionadas. Entre éstas se encuentran:
- Crematorio público para animales de compañía ‘Xoloitzcuintle’, ubicado en Constituyentes S/N, Panteón Civíl de Dolores, alcaldía Miguel Hidalgo, CDMX
- Pets Memorial: petsmemorial.mx
- Animal Rest: animalrest.mx
- Pets In the Sky: petsinthesky.com.mx
- Funeral Pet: funeralpet.com.mx
- Pet Eternity: peteternity.mx
¿Cómo afrontar el duelo por la pérdida de una mascota?
Afrontar el duelo nunca es sencillo y, aunque parezca que lamentar la pérdida por un animal de compañía sea más fácil que hacerlo por un compañero humano, la realidad es que el dolor puede ser igual o más fuerte, dependiendo de la estrechez del lazo.
De esta forma, los expertos consideran apoyarse en un proceso terapéutico, o bien utilizar estrategias para elaborar los sentimientos provocados por la situación.
Entre éstas, figura el realizar un producto creativo, como una carta, un poema, dibujo, canción, entre otros. Asimismo, ayuda el organizar un acto simbólico que permita despedir dignamente al animal, como un funeral, un evento familiar o un homenaje.
Las ofrendas, como las que se colocan en todo México cada 1 y 2 de noviembre, son una buena forma de recordar la memoria de los animalitos que tantos buenos momentos nos regalaron.
AM
