La plaga más devastadora

La peste negra resurge en Mongolia ¿Cuáles son los síntomas?

El gobierno de ese país señaló que tiene dos casos confirmados; ya realizan pruebas a las personas que estuvieron en contacto con los infectados

Doctor de la peste negra
Doctor de la peste negra

En plena pandemia por COVID-19, Mongolia reportó que hay un rebrote de la enfermedad conocida como “peste negra”.

De acuerdo con el Centro Nacional para las Enfermedades Zoonóticas de ese país señala que se tiene dos casos confirmados en la provincia de Hovd, al oeste de Mongolia. De acuerdo con los informes se trata de un hombre de 27 años y otra persona, de la que se desconoce su edad, quienes al parecer consumieron carne de marmota sin cocción.

El gobierno de Mongolia señaló que realizan pruebas a 146 personas que estuvieron en contacto con los dos contagiados, así como a otras 504 personas.

La peste negra o peste bubónica surgió durante la Edad Media y fue una de las más mortíferas de Europa con la que murieron cerca de 200 millones de personas. Se estima que entre el 40 y 90 por ciento de las personas que se infectaron fallecieron.

El brote de peste negra surgió en la península de Crimea –a orillas del mar Negro-. En 1346 la ciudad de Caffa, en aquel momento una colonia genovesa, se encontraba asediada por el ejército mongol, en cuyas filas inició la enfermedad.

Los mongoles fueron los que propagaron la enfermedad pues empezaron a catapultar sus muertos al interior de los muros de la colonia. Esto provocó que la peste se fuera expandiendo rápidamente en la colonia y hasta Italia, cuando los genoveses emprendieron el viaje de regreso a su país. De ahí se propagó en toda Europa.

Se le dio el nombre de peste negra porque en la piel aparecen bubones que son ganglios linfáticos inflamados y dolorosos de color negro- azulado.

¿Cuáles son los síntomas de la peste negra?

La peste negra o bubónica se transmite por una bacteria (Yersinia pestis) que afecta a la rata negra y que se transmite mediante la picadura de las pulgas, que actúan como parásitos de estos roedores.

Su transmisión es directa, del animal al ser humano, ya sea por contacto directo, por inhalación o por el consumo de materiales infecciosos.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud los síntomas suelen ser fiebre de aparición súbita, escalofríos, dolor de cabeza y dolores generalizados, debilidad, náuseas y vómitos. En el caso de la forma bubónica, se produce también una inflamación dolorosa de los ganglios.

En las fases avanzadas de la enfermedad, los ganglios linfáticos inflamados pueden convertirse en llagas abiertas supurantes. La peste bubónica raramente se transmite entre personas. Sin embargo, puede evolucionar y diseminarse a los pulmones, causando una forma más grave de la enfermedad denominada peste neumónica.

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