Capitalinos disfrutan vacunarse en el Metro

A una semana de que arrancó la jornada masiva de vacunación contra Covid-19 en estaciones del Metro y otros puntos de la Ciudad de México, como la calle Madero, del Centro Histórico, capitalinos “disfrutan” de aplicarse las dosis que les faltaban o una cuarta de refuerzo en estos espacios, pues aseguran que les da “mayor libertad” para ponerse la dosis a aquellos que no la tenían.

Guillermo, un capitalino de 67 años, acudió por su dosis de refuerzo al módulo habilitado en las inmediaciones del Metro San Lázaro, una de las estaciones más concurridas que conecta la Línea 1 con la B.

Tras esperar “a lo mucho 10 minutos” en una fila no mayor a una decena de personas que avanzó de manera fluida, el señor aseguró que “disfrutó mucho” de aplicarse la vacuna en un lugar como el Metro por la inmediatez y facilidad que le brinda.

“Ojalá hubiera sido así desde el principio, que no se hubiera hecho el caos antes, cuando éramos muchos sin vacuna, pero sí es muy cómodo salir a trabajar y encontrarte con las vacunas aquí”, explicó.

Aunque sin que se generen tumultos, son miles los que acuden cada día a los diferentes módulos. A las afueras del Metro Insurgentes, otra zona muy concurrida de la Línea 1, este martes se observó una fila que avanzó de manera constante antes del mediodía.

En la fila se observaba, en su mayoría, a personas de la tercera edad, que iban por la tercera dosis o hasta la cuarta, como Heriberto, un ciudadano de 71 años, quien vive en el Estado de México al que “Dios le prestó vida” para recibir no sólo las tres primeras dosis.

“Qué suerte que me pueda poner la vacuna, después de que hace un año, dos, no sabíamos qué podía pasar ni si iba a ver medicinas pronto”, cuenta a este medio.

El señor, quien padeció Covid-19 el año pasado y cuya esposa, también de la tercera edad, estuvo hospitalizada a causa de este virus, lo mismo que dos de sus hijos “valora mucho” poderse aplicar el biológico ahora en una estación del Metro.

Mientras sostiene con la mano derecha el algodón que le colocaron en el brazo izquierdo tras ponerle la vacuna y su papeleta de vacunación en la otra, explica: “ahora las vemos aquí y bien fácil, como en cualquier campaña de vacunación, como si fuera cualquier enfermedad, pero el susto que nos metió y que sigue, en otros países”.

Aunque una buena parte de quienes van a vacunarse son adultos mayores, también hay gente de otras edades que buscan tener otra dosis, entre ellos un ama de casa de 54 años que “no había tenido oportunidad” de aplicarse el refuerzo. “Para quien desea acudir a estos módulos es más fácil, porque nos quedan de paso”, dice.