La cabeza de mi padre, el relato de muchas mujeres

La cabeza de mi padre (Alfaguara, 2022), novela de Alma Delia Murillo (Ciudad Nezahualcóyotl, 1979) que ha sido muy bien recibida por la crítica especializada y por los lectores. Una mujer de cuarenta años decide buscar a su padre ausente desde la infancia, durante el recorrido de la Ciudad de México a Michoacán los lectores son testigos del pasado, amores, desvaríos, trances y júbilos abrazados por los abandonos.

“Todos somos hijos de Pedro Páramo”, escribe la relatora de esta fábula trazada bajo los ecos del mítico viaje de Juan Preciado a Comala en busca de su identidad. “Es muy alto el porcentaje de hogares mexicanos donde el padre se fue y no volvió. Verlo desde un punto estadístico o social, tiene una mirada. Yo quería contar mi historia, que no fuera un dato o una estadística más, y de eso está hecha la novela”, ha precisado la autora también de El niño que fuimos (2018).

Exploración de incidentes de la infancia en que el alejamiento del progenitor se justificaba a través de mitos a veces, contradictorios. La protagonista descubre la imagen del padre entre la niebla del miedo y la esperanza: camina sin coordenadas hasta pespuntar un lienzo untado de palabras abrazadas por la extrañeza.

Once lectoras se dieron cita, el pasado miércoles en el patio de la librería Gandhi Mauricio Achar de Miguel Ángel de Quevedo, para intercambiar experiencias del impacto que le produjo adentrarse en las páginas de La Cabeza de mi padre: tertulia que sesionó con el rótulo: Encuentro #LectorasAlmaDelia. Se leyeron fragmentos del libro por algunas de las participantes, quienes, entusiasmadas, y bajo una ocultada tristeza, celebraron la aparición de la novela.

“He leído este libro con jubiloso dolor. Tengo 42 años, vi a mi padre biológico una sola vez en mi vida en la fiesta de mi sexto cumpleaños. Desapareció. Crecí con mi madre en total soledad. No volvió a tener un hombre a su lado. Alma Delia Murillo cuenta su historia que es también el relato de muchas mujeres”, comentó para La Razón la ingeniera industrial Juliana Fonseca, participante del evento.

Por su parte, la estudiante de Letras Hispánicas de la UNAM, Marcela Odría, expresó: “Alma Delia Murillo teje un sugerente relato de desafío, desventura y resistencia bajo el destello de una herida sin cicatriz. He llorado con esta novela. No conozco a mi padre, pero ahora sé que hay muchas como yo, gracias a esta impactante autobiografía”.

“Me impresionó sobremanera el encuentro de la autora con su padre. ‘Mi padre lucía entero y rendido, como quien pelea una batalla interior, pero se empeña en no mostrarla’, escribe. Es plantarse frente a la certeza, la verdad buscada y al fin encontrada. Es un momento conmovedor con ese padre inquieto y nervioso frente a los hijos. Lloré: a mí me pasó lo mismo, cuando encontré a mi padre el año pasado en medio de la pandemia, después de dos décadas sin saber nada de él. Tremenda novela que nos ha regalado Alma Delia Murillo”, concluyó Herminia Santos, profesora de literatura.