“Esperamos mejor el Día de Muertos que el Cervantino”

Guanajuato, Guanajuato

Trabajadores de restaurantes y hoteles, vendedores y músicos callejeros esperan con mayor entusiasmo el Día de Muertos, luego de observar una edición desangelada del Festival Internacional Cervantino, comentaron durante un recorrido realizado por La Razón la tarde de ayer, horas previas al cierre del encuentro que este 2023 registró una caída del 41 por ciento en derrama económica y 30 por ciento menos asistencia a eventos con boletaje, de acuerdo con cifras preliminares que se dieron a conocer en conferencia de prensa.

“A partir de mañana (lunes) vemos la semana más atractiva, se ve más inversión del gobierno municipal que por el mismo Cervantino. Se espera mucho más derrama y afluencia, hasta los eventos y difusión ha sido más atractiva”, dijo a este diario Mario León, encargado de Relaciones Públicas del restaurante Theo.

En lo anterior coincidió el señor Juan José Rodríguez, cuya familia tiene un puesto de helados desde hace 40 años en el Jardín Olivo, en Guanajuato.

“En otros años a estas horas no puedes caminar aquí. Todo el Cervantino estuvo así, ahora esperamos mejor el Día de Muertos que el Cervantino”, expresó. Mientras que Reyna, gerente del restaurante Tasca de la Paz, secundó: “Esperamos que el Día de Muertos venga mejor, se nos hace que hay más gente en el puente que en el Cervantino”.

Para el recepcionista de la Posada Santa Fe las festividades del Día de Muertos también son prometedoras: “En otros cervantinos hasta entre semana había gente, ahora no, no se sintió mucho el Cervantino, esperamos el próximo fin de semana que es el Día de Muertos, va a estar más lleno”, auguró.

El Festival Internacional Cervantino, que durante 17 días ofreció 112 espectáculos, registró varias bajas. En asistencia general pasó de tener 285 mil 655 asistentes en 2022 a 197 mil este año, 88 mil 655 menos; y en ocupación hotelera del 70 por ciento de la edición pasada ahora tuvo 42 por ciento.

Mariana Aymerich, directora general del Cervantino, lo atribuyó a que el festival se redujo dos días y que el año pasado tuvieron una edición de aniversario.

“Tenemos dos días menos, lo del año pasado no es lo inmediatamente comparable porque fue majestuosa (la edición), hubo muchísimos artistas… Este año tuvimos 71 por ciento de la taquilla vendida; comparado con el año pasado es alrededor de 30 por ciento menos”, apuntó tras la conferencia de prensa al ser consultada por algunos medios.

El secretario de Turismo de Guanajuato, Juan José Álvarez Brunel, añadió que también el presupuesto de este año fue un factor decisivo para los resultados.

“La edición anterior fue el cincuentenario del Cervantino, tuvimos un presupuesto mucho más importante, tuvimos una cartelera más importante y tuvimos este impulso, de alguna manera, muy significativo”, justificó.

En 2022, el Gobierno federal aportó 148 millones de pesos y este año solamente 65 millones. En total, la edición pasada tuvo un presupuesto total de alrededor de 180 millones de pesos contra los 168 millones del 2023.

Trabajadores consultados consideraron que el programa del festival no contó con eventos que atrajeran a los públicos, además atribuyeron esta baja a que cada vez hay restricciones que ahuyentan a los jóvenes.

“Para nada cumplió nuestras expectativas, no sé si fue el presupuesto que se le destinó este año o la difusión. No creo que estuvieran ofreciendo eventos, exposiciones, algo que atrajera más a la gente; dejó mucho que desear”, comentó Mario León encargado de Relaciones Públicas del restaurante Theo.

CULTURA EN CADA RINCÓN. Si bien para los trabajadores del sector turístico el Cervantino no cumplió las expectativas que tenían, durante el último fin de semana el encuentro ofreció una cartelera que llevó a los espectadores desde los lugares más profundos del dolor humano, como la adaptación de El salvaje, novela de Guillermo Arriaga, hasta los sitios para el disfrute y el baile con la presentación de Guiss Guiss Bou Bess, que puso a danzar hasta a la persona más arrítmica con esa mezcla de electrónica y música tradicional de Senegal.

En la recta final, la música de Brahms ejecutada por el violinista Dan Zhu y el pianista Julien Quentin enchinó la piel en el Templo del Señor Santiago Apóstol en Marfil que, en los momentos más dramáticos, como si fuera planeado, se iluminaba con la luz natural que entraba por los ventanales.

La danza no se quedó atrás, el Beijing Dance Theater ofreció un espectáculo lleno de una belleza visual digna de recordar, principalmente en la pieza El ruiseñor y la rosa, basada en el cuento de Oscar Wilde. Los espectadores vieron cómo pétalos de rosa caían sobre el escenario, mientras el bailarín que interpretaba al ruiseñor sufría ante el dolor del amor no correspondido. Por su parte, el Ballet Hispánico cautivó con una gala en la que en todo momento los bailarines demostraron su destreza corporal y escénica, la primera pieza dejó ver a ejecutantes con atuendos rojos que hacían guiños al flamenco, en la segunda mostró a una Sor Juana Inés de la Cruz; y en la tercera, con un lenguaje netamente contemporáneo se emularon distintos bailes latinos.

Otro montaje que sorprendió fue el performance-ritual de Mystica Salvaje-La Salamandra en Los Pastitos, en el que el fuego fue un elemento esencial y dejó con la boca abierta a los espectadores, sobre todo, cuando uno de los intérpretes aventó fuego con una pala hacia el cielo y vieron las llamas desvanecerse en el aire. Una puesta que le rindió tributo a las mujeres.

De teatro, la Jo Stromgen Kompani puso a reflexionar con la obra El ministerio de los sentimientos no resueltos, una puesta en escena irónica, pero con reflexiones bastantes duras sobre aquello que nos duele y nos lleva al abismo, pero somos incapaces de mirar y concentrarnos en lo más absurdo.

El cierre del Cervantino fue festivo con el jazz de Arturo O’Farrill y The Afro Latin Jazz Orchestra, la noche de ayer en la Alhóndiga de Granaditas que lució llena.

Entre las primeras canciones que interpretaron estuvo “Trump, Fuck Trump”, que tuvo una dedicación especial por los tiempos que ahora vive Estados Unidos, el país invitado de honor, que en 2024 elegirá a su próximo presidente.

El arranque también contó con un arreglo del baterista Adam O’Farrill a la tradicional canción yucateca “El maquech”. Al cierre de esta edición, el público se encontraba disfrutando de esta clausura.