Museo Carrillo Gil llega a sus 50 años superando épocas de descuido

El Museo Carrillo Gil arriba a sus 50 años superando “historias de terror, épocas dolorosísimas de descuido, de maltrato, que afortunadamente parece que ya no van a volver a suceder, épocas en las que estaba lleno de goteras, en que los cuadros estaban arrumbados en la pared y les ponían sillas plegables encima o un director que le dijo que le daba flojera la colección”, señaló ayer Gabriela Sáenz Carrillo, nieta de Álvar Carrillo Gil y Carmen Tejero, quienes en 1974 fundaron el recinto.

Afirmó que por muchos años la familia tuvo que luchar para “defender que los cuadros (de la colección del museo) no estuvieran adornando la sala de algún político o la oficina de algún funcionario, quisiera ver que el Prado preste a la casa de algún señor importante o el Louvre mande La Gioconda a la sala de estar de un funcionario”, declaró.

Para superar aquellas épocas, desde 2019 a la fecha se invirtieron 50 millones de pesos, de los cuales 39 mdp los aportó el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), y el resto se obtuvo por dos Efiartes, detalló en conferencia Lucina Jiménez, directora de la dependencia.

Los recursos se destinaron para la rehabilitación y reorganización de los espacios en el Museo Carrillo Gil, que hoy comienza sus celebraciones con tres exposiciones: Siqueiros y los artistas americanos. Casos de estudio, Atravesar el tiempo. Memorias y presentes de la Colección del Museo Carrillo Gil y Proyectar un museo. Fondo Arquitectónico de Augusto H. Álvarez y Una historia con muchas notas al pie.

La primera se centra en presentar las influencias que tuvo Siqueiros en artistas de Bolivia, Argentina, Perú, Estados Unidos y Chile. “Lo que quisimos fue mostrar todas las relaciones que tuvo en los lugares en los que estuvo viajando, generalmente en condición de exiliado, lo importante es la manera en que trabajaba de manera colectiva, colaborativa, empezamos con un guion cronológico de los viajes, la primera relación establecida con artistas de Perú”, explicó durante un recorrido por la exhibición Tatiana Cuevas, quien formó parte del equipo curatorial y ahora es la actual directora del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC).

En la exhibición destaca el boceto para el mural La hecatombe de Cajamarca, de Camilo Blas, el cual es monumento histórico de Perú y retrata pasajes de la Conquista en aquel país. En éste es posible ver las similitudes con obras mexicanas en las que también se plasma este proceso en nuestro país. El artista fue uno de los principales alumnos del pintor José Sabogal, quien mantuvo una relación con Siqueiros.

La exposición también se detiene en la historia de los murales que Siqueiros concibió en Los Ángeles: “Mitin obrero y América tropical, éstos dos fueron destruidos, y Retrato actual de México es el que se conserva todavía” en el Museo de Santa Bárbara, detalló Tatiana Cuevas.

La muestra hace énfasis en el trabajo de artistas mujeres, que al igual que los muralistas y pintores de la época se centraron en representar a los pueblos indígenas, como la peruana Julia Codesido y la argentina Cecilia Marcovich.

“Nos parecía importante incluir el trabajo de mujeres artistas en todos estos países… en el muralismo comúnmente pensamos que fue representado por hombres”, dijo Tatiana Cuevas.

La segunda exposición, Atravesar el tiempo. Memorias y presentes de la Colección del Museo Carrillo Gil expone obras emblemáticas del acervo, pero con una mirada actual que aportaron estudiantes de licenciatura y posgrado, bajo la dirección de Renato González Mello.

De esta exhibición resaltan pinturas de José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y Gunther Gerzso, por mencionar algunos artistas.

El público podrá admirar el séptimo cuadro cubista del pintor Diego Rivera, “uno de los más importantes, va a venir acompañado de un estudio de microscopia, porque se está haciendo el análisis material”, comentó Renato González Mello. Además, se verán los otros seis lienzos cubistas del muralista mexicano.