Los aficionados del París Saint-Germain han manifestado en varias ocasiones su inconformidad con el club y con sus jugadores, esta vez el colectivo de los Ultras sacó un comunicado en el que externaron su preocupación por los manejos del equipo, incluyendo el estadio y boletaje, también, exigieron la depuración de jugadores y una respuesta de modo imperativo.
“Deshazte de los jugadores parásitos: es hora de limpiar el vestuario. (…) Está fuera de discusión continuar con esta serie de partidos infames. Esperamos una fuerte reacción tan pronto como sea posible.”, publicaron en su cuenta de twitter.
Al no tener una reacción del presidente, Nasser Al-Khelaïfi, a la velocidad esperada, los aficionados se reunieron a la salida del club parisino con banderas, carteles y bengalas para pedir la dimisión de Lionel Messi. Como parte de sus objetivos marcaron la casa de Neymar, Messi y Marco Verratti.
La residencia del astro brasileño fue invadida por un grupo de hinchas que cantaban a un sólo tono ¡Neymar, fuera! ¡Neymar, vete!“, por esta razón tanto la casa del 10 de los parisinos, como la de los mediocampistas fueron reforzadas con cuerpos de seguridad.
PSG condena los actos de los aficionados
La policía tuvo que llegar al domicilio de Neymar para disipar a los manifestantes y respaldó tanto a sus jugadores como a cualquier afectado por los hechos.
“Cualesquiera que sean las diferencias, nada puede justificar tales actos. El Club da todo su apoyo a sus jugadores, a su dirección ya todos aquellos afectados por estos vergonzosos comportamientos", comunicó el PSG
En un comentario por medios de redes, Neymar confirmó los sucesos diciendo: "Simplemente estuvieron en la puerta de mi casa"
Romain Mabille, jefe de la Collectif Ultras Paris (CUP) se comunicó con Le Parisien para explicar que el acercarse a las casas de los jugadores no era la finalidad de la protesta y que se les salió de las manos, consecuencia de un “hartazgo general”.
mmt