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Adiós a Aerosmith

La Canción #6

Adiós a AerosmithFuente: Rate Your Music
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No fueron los veinte millones de dólares en cocaína lo que acabó con la carrera de Steven Tyler y Aerosmith, sino una lesión en las cuerdas vocales. Cincuenta y cuatro años después de empezar en Boston, el legendario grupo americano canceló su gira Peace Out y se retiró de los escenarios porque el vocalista ya no pudo recuperarse de la fractura de laringe, causada por los malabares vocales en el tercer concierto de la gira. Medio siglo llevando la voz a los extremos de “Uncle Salty”, “Back in the Saddle” y “Lighting Strikes”, le pasaron la fractura.

Aerosmith es el grupo de rock pesado más popular de Estados Unidos, su larga y exitosa carrera se debe a varios factores: una mancuerna compositora nivel toxic twins: Tyler y el estupendo guitarrista Joe Perry. Un productor, Jack Douglas, que los llevó con mano dura en los discos de su primera etapa. Un grupo que contra todo mantuvo su formación original, salvo por el lapso 79-81 de Rock in a Hard Place, el disco más heavy de Aerosmith sin Joe Perry ni Brad Whitford. Y un estilo rudo que supo adaptarse a la frecuencia comercial de manera natural. Pero sobre todo esta serie de grandes discos —no sencillos como ahora—, joyas del rock pesado como: Aerosmith, Get Your Wings, Toys in the Attic, Rocks y Draw the Line, con canciones clásicas como “Dream On”, “Sweet Emotion” y “Walk this Way”, la canción de rock/funk/rap de 1975 en la que el bocón Tyler rock/rapea con su inconfundible voz. No se pelearon con el rap como otros rockeros y una década más tarde su canción fue el puente que unió al rock con el hip-hop, cuando los Run-DMC hicieron una versión con Aerosmith y procrearon un rap‘n’roll.

PARA MÍ FUE MUY IMPORTANTE verlos la primera vez que tocaron en el Palacio de los Deportes en 1994, estaban en mi top ten personal y siempre quise formar parte de aquella marea de mezclilla azul llamada Blue Army que se escuchaba en Live Bootleg. También tocaron en el Foro Sol, en 2007, y en la Arena Ciudad de México, en 2016. En el 2000, cubriendo un recorrido turístico por Florida para una revista de viajes, me tocó verlos de nuevo en Walt Disney World. Lanzaban su Rock ‘n’ Roller Coaster que te sacudía con sus rolas. Siempre fueron un volcán en vivo, Tyler es uno de los delanteros más explosivos y carismáticos, el grupo era el campeón del rock de estadios. Pero siento que en Disney perdieron la inocencia. Los escuché fielmente hasta Get a Grip (1993), luego les perdí la pista. La residencia en Las Vegas en 2019 me dio pa’ bajo, es un cementerio de dinos, ahí se van a morir de obesidad las estrellas y Aerosmith no merecía ese final. Eran el grupo de rock pesado de mayores ventas con más de 150 millones de discos en el mundo: quince de estudio, nueve en vivo y diecisiete recopilaciones. Provocaron aquella ola ochentera de grupos hard/glam/metal y colocaron veintiún éxitos en el Top 40, sus baladas poderosas, nueve fueron #1. Casi nada para un grupo de rock callejero. Todavía me emociona su logotipo diseñado por Ernie Cefalu. Adiós a la America’s Greatest Rock and Roll Band.