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Fallecen sin haber conocido la verdad

Muerte priva de su lucha a 4 padres de los normalistas

Enfermedades, desesperación y falta de respuestas consumen a los familiares; madre reconoce que con el paso de los años se ha complicado la búsqueda ante la falta de recursos

Normalistas de Ayotzinapa protestan frente al Hemiciclo a Juárez, ayer.Foto: Cuartoscuro
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Localizar a sus hijos se convirtió en un propósito de vida, pero las enfermedades, la desesperación y la falta de respuestas consumieron sus sueños y la historia de cuatro padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa se fueron con ellos, al perder la vida antes de encontrarlos.

A pesar de las largas caminatas, de exigir justicia en reiteradas ocasiones y castigo a los responsables, la esperanza de localizar a sus hijos se fundió entre el calor, la lluvia y los gritos constantes de reclamo.

A nueve años de la desaparición, los padres siguen exigiendo respuestas sobre el paradero de sus hijos, pero continúan sin conocer dónde se encuentran o, incluso, si están vivos, y ya cuatro de ellos fallecieron sin haber conocido la verdad.

A Minerva Bello, madre de Everardo Rodríguez Bello, sólo el cáncer pudo ganarle la batalla —el 4 de febrero del 2018— que sus largos recorridos para buscar a su hijo no pudieron. “Murió combatiendo el cáncer y la impunidad de un gobierno que nunca le dio respuesta”, dijeron los padres en ese momento.

Saúl Bruno Rosario, padre de Saúl Bruno García, partió el 23 de agosto del 2021. Junto a su esposa Nicanora García, él fue uno de los primeros en llegar a la Normal Rural de Ayotzinapa, al enterarse de los ataques a los estudiantes.

“Mi esposo cayó en depresión, tenía la enfermedad de la azúcar y se le subió la presión, todo por estar piense y piense en su hijo. Ya iba para siete años que no sabía nada y le ganó la depresión y le dio un ataque”, explicó su esposa.

La madre narró a este diario que la lucha se ha ido complicando al paso de los años, pues si bien el esposo era quien le proporcionaba recursos para acudir a todos los sitios, también fue su compañía por 40 años. Nicanora García va a todos los recorridos, vive sola y no tiene más opción económica que tejer servilletas para las tortillas, las cuales vende en todos los lados donde protesta y busca a su hijo.

Bernardo Campos, El Venado, padre de José Ángel Campos Pintor, partió el 3 de septiembre del 2021 por complicaciones de diabetes, y su nuera, Blanca González Cantú, lo recuerda como un hombre de campo, fuerte, que no se rendía y que siempre hizo hasta lo imposible para encontrar a su hijo.

“Es muy difícil que ya no esté, pues él era el que siempre se encontraba en las actividades. Nunca faltó, siempre acompañó a los demás padres, pero desgraciadamente falleció y acaba de cumplir su segundo aniversario; es difícil ya no tenerlo. Su anhelo era encontrar a su hijo”, contó.

Ezequiel Mora, padre de Alexander Mora Venancio, perdió la vida el 29 de agosto del 2022 por un infarto fulminante y, aunque desde un inicio conoció que su hijo murió en los ataques, apoyó activamente en la lucha por buscar justicia.

Los restos de Alexander Mora fueron localizados —supuestamente— en el río San Juan en octubre del 2014, luego de reportes del hallazgo por la entonces Agencia de Investigación Criminal (AIC), comandada por Tomás Zerón de Lucio, hoy prófugo de la justicia en Israel.