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No hay fecha para acción ejecutiva

EU apuesta por trabas al asilo ante migración

Tras presión republicana, el Gobierno de Joe Biden da señales para endurecer la frontera al estilo Trump; alertan que todavía falta que ajuste supere posibles impugnaciones legales

Migrantes observan la valla de alambre de púas a orillas del río Grande.Foto: Reuters
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El Gobierno de Joe Biden busca imponer nuevas trabas a solicitantes de asilo para complicar aún más el trámite y así reducir la presión en una frontera ya saturada.

A menos de nueve meses de las elecciones y tras reclamos republicanos, medios de Estados Unidos revelaron que el demócrata prevé una acción ejecutiva para elevar estándares para calificar el “miedo creíble” de quienes huyen de su país y hacer que cada vez menos ciudadanos irregulares superen la evaluación.

Con ello, según el plan que publicó inicialmente la cadena NBC News, abre la puerta a más deportaciones, en medio de choques en el Congreso en los que la oposición intentó destituir al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, al rechazar el manejo en la frontera, y que asemeja a la promesa del favorito conservador, quien dijo que en el día 1 aplicará la mayor operación en la historia de la potencia.

De acuerdo con fuentes consultadas por agencias, Biden busca alternativas para disminuir la presencia de ese sector en los límites con México y ve en esta contención una respuesta para retornar a sus naciones de origen en el corto plazo a quienes cruzaron ilegalmente, empezando con los recién llegados.

Acciones con las que Washington ratifica que ésta es la prioridad en año electoral para revertir el flujo migratorio, pero que muestra otra cara del Ejecutivo demócrata al igualar medidas de su antecesor, pese a que cuando llegó al poder borró las políticas trumpistas.

Y destaca que la acción se liga a Ley de Inmigración y Nacionalidad, misma que intentó usar Trump para cerrar la frontera en 2018, pero fue rechazada en tribunales.

Sin embargo, hasta el momento no se adelanta un plazo para poner en marcha el ajuste, que The Associated Press puntualizó “no está ni cerca de ser ultimado” y no hay claridad de cómo “sobrevivirá a las inevitables impugnaciones legales”, al actuar por separado del Congreso, que recientemente bateó una estrategia fronteriza.

Pero también pone sobre la mesa un juego político, al tratar de arrebatar el tema electoral preferido de Trump luego de que en enero pasado el país registró la caída más drástica de cruces fronterizos de los últimos meses, al pasar de 301 mil capturas a 176 mil, de acuerdo con registros de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), sector que enfrenta recortes para mantener sus funciones.

Y ante estas interrogantes, la Casa Blanca evitó pronunciarse ante el cambio radical, pues el vocero Angelo Fernández se apegó únicamente a señalar, según un comunicado, que desde que comenzó esta gestión han intentado presentar medidas bipartidistas para “arreglar un sistema fallido”, al culpar al exmandatario de esta catástrofe que no cesa.