Muere el dictador Alberto Fujimori

El expresidente y dictador peruano Alberto Fujimori murió a los 86 años víctima de cáncer a nueve meses de ser liberado tras un indulto.

Su hija y quien igual que él se postuló al poder, Keiko Fujimori, confirmó la noticia en redes sociales al compartir junto a sus hermanos Hiro, Sachi y Kenji que “después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, acaba de partir al encuentro del Señor”, en medio de especulaciones y reportes de que un sacerdote visitó su residencia en San Borja, hecho que movilizó a la prensa.

Fuentes cercanas a la familia revelaron que el exlíder de mano dura que llegó al poder en 1990, tras vencer al escritor Mario Vargas Llosa, en el que permaneció una década, estaba delicado, versión que alimentaron políticos afines a los Fujimori, la gestión de Dina Boluarte y hasta el abogado Elio Riera.

El último, quien defendió a quien hasta el año pasado seguía recluido en el penal de Barbadillo por delitos de lesa humanidad y violación a los derechos humanos, publicó una foto para destacar la fortaleza del político de ascendencia japonesa y pedir oraciones por él.

Informó, a manera de alentar al primer presidente peruano en ser condenado, que seguía “luchando por su vida” tras ser visto en público por última vez en silla de ruedas. La prensa indicó que quien pretendía volver a la política acudió este mes a una clínica en Miraflores y habló abiertamente de su salud al relatar a medios que tenía un examen de rutina, específicamente una tomografía, debido a que su salud empeoró, pues no sólo luchaba contra un cáncer de lengua, sino que se recuperaba de una cirugía de cadera y otros padecimientos, como hipertensión y gastritis.

Sin embargo, ayer el político que gozaba de doble nacionalidad y sólo cumplió la mitad de su condena de 25 años de prisión perdió la batalla contra un cáncer a meses de que se le detectara un nuevo tumor a causa de la enfermedad diagnosticada hace casi tres décadas y por la que se sometió a varias operaciones, de acuerdo con los medios La República y El Comercio.

Dicha condición y su avanzada edad facilitaron su excarcelación, misma que se concretó en 2023 luego de que un tribunal ordenara acatar el indulto concedido por el exmandatario Pedro Pablo Kuczynski en la víspera de Navidad de 2017 y por la que Alberto Fujimori pretendía postularse de nuevo a la presidencia, pues se reveló que se afilió al partido de su hija Keiko Fujimori, Fuerza Popular, para competir por el máximo cargo en Lima en 2026, pese a que estaba impedido por sus antecedentes.

Tras la muerte que generó múltiples reacciones de la población y la cúpula política, se reportó que, pese a ser condenado se prevé que sea despedido con honores de Estado según los protocolos, aunque la Cancillería no adelantó información y al igual que la presidencia sólo externó su pésame por el luto por el hombre que renunció al poder desde el exilio, pero finalmente fue destituido por “incapacidad moral permanente”.

Cabe destacar que gran parte del pais seguía inconforme con la liberación del político que creó la Constitución vigente. Varios sectores, especialmente deudos de las víctimas a las que ordenó matar, pusieron en duda el beneficio humanitario, al recriminar el perdón por edad y padecimientos, al considerar que se “olvidaban” sus abusos cometidos, según activistas y organismos mundiales.

Y es que el político fue encarcelado en 2009, casi una década después de huir por un escándalo de corrupción, cuando la justicia andina certificó que aún en el poder ordenó a un escuadrón las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, según la Comisión de la Verdad, que dejaron 25 muertos. Pero sólo pagó 14 años de la pena de 25 impuesta tras su extradición de Chile, a donde volvió tras su exilio en Japón, donde nacieron sus padres.

Además, el hombre que combatió al grupo terrorista Sendero Luminoso, cometió actos de corrupción junto a sus cómplices, entre ellos el asesor y exlíder del Servicio de Inteligencia Vladimiro Montesinos, a quien se le implica en decenas de privatizaciones y hasta los secuestros de críticos del gobierno como periodistas y empresarios.