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Han nacido 20 mil bebés “en el infierno”

ONU: Gaza, “el lugar más peligroso para ser niño”

Portavoz de la Unicef señala que las condiciones extremas en la zona exponen a las madres a abortos, partos prematuros y mortalidad; urge acciones inmediatas de atención

Una mujer palestina desplazada sostiene a su bebé en una tienda de campaña cerca del cruce de Kerem Shalom en Rafah el pasado 14 de enero.Foto: AP
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Cerca de 20 mil niños “han nacido en el infierno” de la Franja de Gaza desde el estallido de la guerra entre Israel y el grupo islamista Hamas hace tres meses, lo que ha empeorado la situación de mortalidad infantil y materna, destacó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

“(Esta cifra) significa que un bebé nace en esta horrible guerra cada 10 minutos. Convertirse en madre debería ser un momento de celebración. En Gaza, es un nuevo niño nacido en el infierno”, indicó la portavoz del organismo, Tess Ingram.

En videoconferencia desde Omán, tras una reciente visita a la Franja, señaló que la “ya precaria” situación de la mortalidad infantil y materna en la zona antes del conflicto ha empeorado a causa del colapso del sistema sanitario, por lo que exigió acciones “intensificadas e inmediatas” para reconstruirlo.

“Las madres se enfrentan a dificultades inimaginables para acceder a una atención médica, una nutrición y una protección adecuadas antes, durante y después del parto. La situación de las embarazadas y los recién nacidos en la Franja de Gaza es inconcebible y exige acciones más intensas e inmediatas”, sostuvo.

Ingram destacó que estas condiciones exponen a las madres al riesgo de abortos espontáneos, partos prematuros, mortalidad materna e infantil y múltiples traumas emocionales.

Un bebé nace en esta horrible guerra cada 10 minutos. Convertirse en madre debería ser un momento de celebración. En Gaza, es un nuevo niño nacido en el infierno

Tess Ingram
Portavoz de Unicef

La portavoz, que estuvo la semana pasada en el hospital emiratí de Rafah, que atiende a la mayoría de mujeres embarazadas de Gaza, reveló que las condiciones de hacinamiento y los recursos limitados obligan al personal médico a dar el alta a las madres apenas tres horas después de una cesárea.

En su testimonio, recordó casos como el de Iman, una mujer que huyó de los bombardeos israelíes estando embarazada de ocho meses y que, tras dar a luz, está hospitalizada con una grave infección y no puede atender a su bebé. También relató la historia de una enfermera llamada Webda, quien realizó cesáreas de urgencia a seis mujeres muertas en las últimas ocho semanas.

También destacó que el trauma de la guerra afecta de forma directa a los recién nacidos, lo que se traduce en mayores tasas de desnutrición, problemas de desarrollo y otras complicaciones de salud.

Denunció que las mujeres embarazadas, las que amamantan y los niños viven en “condiciones inhumanas, incluso en refugios improvisados, con una nutrición deficiente y agua insalubre. Esto pone a unos 135 mil niños menores de dos años en riesgo de desnutrición grave.

“Ver sufrir a los recién nacidos, mientras algunas madres mueren desangradas, debería quitarnos a todos el sueño. La humanidad no puede permitir que esta versión distorsionada de la normalidad persista más tiempo. Las madres y los recién nacidos necesitan un alto el fuego huma-

nitario”, afirmó.

El ataque del movimiento islamista Hamas dejó unos mil 140 muertos en Israel el 7 de octubre, en su mayoría civiles. Israel prometió “aniquilar” al grupo y respondió con una ofensiva aérea y terrestre que ha matado a al menos 24 mil 762 palestinos en Gaza, 70 por ciento de ellos mujeres, niños y adolescentes.

En ese contexto, el presidente estadounidense, Joe Biden, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, hablaron ayer sobre la operación militar en Franja de Gaza, en su primera conversación en casi un mes en medio de informes de tensiones entre ambos líderes.

La llamada se produjo un día después de que Netanyahu dijera que había dicho a Washington que se opone a permitir un Estado palestino después del conflicto con el grupo terrorista Hamas, lo que lo puso en desacuerdo con la política estadounidense.

Los mandatarios hablaron por última vez el 23 de diciembre y el silencio desde entonces ha llevado a repetidas preguntas sobre una ruptura, que ambas partes niegan.