a

Educación debe venir desde casa, señala

"Romper esquemas y perder el miedo, el truco para liderar Alstom"

Maite Ramos, directora de la francesa en México, asegura que la preparación es necesaria para continuar creciendo; señala que aún existen retos para eliminar las brechas de género

Maite ramos, ocupa la dirección general de Alstom desde 2019.Especial
Por:

En un sector en donde por naturaleza abundan hombres, Maite Ramos, directora general de Alstom México —empresa líder en el mercado de proyectos de infraestructura ferroviaria—, asegura que, aunque no existe una fórmula para lograr dirigir una compañía del nivel de la francesa, sí cree en la necesidad de “romper los esquemas”, “perder el miedo” y “creer en sí misma” como requisitos para lograr lo que se propone.

De los tantos recuerdos de infancia que existen en su cabeza, son dos los que bien podrían haber sido determinantes para forjar a la directiva que es actualmente: el impulso constante que tuvo desde muy joven por parte de su familia, quienes jamás le dijeron “no puedes hacerlo porque eres niña”; y probablemente su fascinación por la historia de Madame Curie, quien asegura, le encanta por los esquemas que rompió para convertirse en la científica que fue.

En una charla que sostuvo con La Razón, la directora de la empresa —que tiene a su cargo la construcción de los 42 trenes del Tren Maya, uno de los proyectos más importantes de la actual administración—, asegura que en México existen todas las oportunidades para que más mujeres logren lo que se proponen.

No sé si pueda o no inspirar a cualquier niña, joven o mujer, pero siempre he creído que mi receta es y ha sido trabajar. Yo trabajo mucho y trato de estar siempre al 100 en mi trabajo

Maite Ramos
Directora general de Alstom México

Aunque si hubiera que señalar los retos a los que las mexicanas se enfrentan, todavía, para cerrar la brecha de género en puestos directivos y profesiones, estos estarían relacionados con la educación y la preparación, la cual insiste, vienen desde el hogar; las medidas de inclusión de género por parte de las empresas y las políticas públicas, que, si bien tienen un avance, todavía hace falta camino por recorrer.

¿Existe una fórmula para llegar a una posición como la que ostenta? Creo que hay tres cosas que nos pueden ayudar como mujeres y a ayudar a otras mujeres. La primera es la educación. En mi casa nunca me dijeron ‘no puedes porque eres niña’ y yo que tengo tres hijos trato de educarlos exactamente igual. Ése es el gran reto que tenemos como mamás y como sociedad, no poner límites, porque mucho tiempo nos encantó ponerlos; por ejemplo, estaba hablando de Madame Curie, a mi me encanta, porque rompió los esquemas en años donde no había mujeres que se dedicaran ni a la física ni a la química, ni el acceso a estudiar, ella se fue de su país, porque en ese lugar sí había acceso a la educación… Creo que esta parte nos falta mucho, pero es necesario que venga primero desde casa.

En segundo lugar, las empresas debemos ayudar, si no creemos en las mujeres tenemos un problema, porque, por ejemplo, los hombres tienden a que entre ellos mismos se ayudan, y las mujeres a veces nos cuesta más trabajo. Yo sí creo que las empresas tenemos que ser realmente más inclusivas, que ese sea uno de nuestros valores, no solamente en tema de género, sino en tema de toda diversidad sexual, cultural, de pensamiento.

Y el otro punto está relacionado con las políticas públicas, que todavía nos queda un camino por andar, hacer que no sea un asunto nada más de cuotas; no es que en el Congreso deba haber el 50 por ciento de mujeres, creo que es un asunto de que cuando yo llegue a una entrevista de trabajo, no me pregunten ‘¿cuántos hijos tienes?’, yo nunca he visto que a mi marido le pregunten si tiene hijos.

Yo creo que el truco es estudiar, no importa qué, lo importante es prepararse y creer en uno mismo. O sea, el mayor reto es perder el miedo, que nosotras confiemos en nosotras mismas.

¿Considera que existen oportunidades reales para las mujeres en México? Todas, o sea, si nos vamos a quedar en nuestra casa pensando que alguien va a venir y me va a tocar la puerta, no, eso no va a pasar, se trata de trabajar, de dedicarle tiempo y esfuerzo, es buscar (las oportunidades), es atreverte y confiar en ti.

Yo siempre digo que se vale meter la pata, todos nos equivocamos, hay que sacarla rápido y hay que aprender, el chiste es que de lo que me he equivocado muchas veces, trato de no volverme a equivocar en lo mismo.

¿Qué otros retos vislumbra para la mujer? Todavía seguimos siendo una sociedad que, aunque no lo acepte, la mujer sigue teniendo más carga de trabajo en casa y más responsabilidades de cuidado que lo que tienen los hombres, eso es completamente cierto, aunque digan que no es completamente cierto. Creo que cada vez más los hombres se involucran con el cuidado de los niños, pero todavía sigue siendo mucha la responsabilidad de la mamá. Tenemos que seguir trabajando para cambiar esta forma de pensar y se logrará con educación y en la inclusión de las empresas, así como de las políticas públicas que emprendan los gobiernos.

¿Qué llegó a inyectarle a Alstom? Pasión, para mí todo es pasión. Hago lo que me gusta y para mí levantarme todas las mañanas y venir a trabajar no me cuesta, yo empecé a trabajar a los 17 años y lo hice porque me gusta trabajar y me gusta hacer que las cosas sucedan y creo que eso es algo que yo puedo compartir.

Además, cuando tienes un equipo tan bueno como el que yo tengo, donde también son apasionados, comprometidos, todo es mejor. No todo nos sale bien, hay cosas que nos han salido muy mal y hay cosas que hemos perdido… eso pasa, sí, pero creo que en el balance los logros que hemos conseguido en estos tres años que llevo al frente superan por mucho.

¿Qué sigue para Maite Ramos al frente de Alstom? En la parte profesional, aprender y seguir aprendiendo, a mí me gusta aprender. Continuar con mis objetivos que son seguir trabajando para el 2025, 2026, 2027. Debemos seguir; lo que hoy tenemos está muy padre, está muy bien, estamos muy bien posicionados, sí, pero todo es finito, necesitamos más cosas y yo tengo casi 2 mil familias que dependen de que tomemos las mejores decisiones y que vayamos por más.

Personalmente, el desarrollo de mis hijos y el poderles transmitir que hay que trabajar, que hay que desarrollarse. Sé que hay que creer y que hay que hacer lo que te apasiona para que puedas ser feliz. Yo no sé a que se vayan a dedicar mis hijos, pero sí quiero que lo que hagan lo hagan muy bien. Y eso es lo que yo trato de enseñarles todos los días.