La nueva potencia de la Champions League

El sábado se disputó la final del torneo de clubes más grande del mundo entre el Chelsea y el Manchester City en el Estadio do Dragão. Los Blues vencieron a los Citizens merecidamente por marcador de 1-0, consiguiendo su primera Orejona desde 2012, cuando vencieron al Bayern Múnich en penaltis.

Al inicio de la temporada no había absolutamente nadie que apostara a que el Chelsea sería el eventual campeón de la Champions League. El entrenador anterior y exjugador del club, Frank Lampard, fue despedido en enero, tras una terrible racha en la liga, además el equipo se encontraba en una situación difícil, ya que acababa de gastar 292 millones de euros en contrataciones estelares en el verano.

Mientras el Chelsea cambiaba de entrenador y sufría con la falta de adaptación de sus nuevas adquisiciones, el City arrasaba en la Premier League, su defensa se convirtió en la mejor de la liga con la compra de Rúben Dias junto con jugadores cómo Joao Cancelo y John Stones retomando su mejor forma.

A pesar de ligeras mejorías de los londinenses con la llegada de Thomas Tuchel al banquillo, no se les consideraba favoritos contra el eterno caballo negro de la Champions League, el Atletico de Madrid, en octavos de final. Sin embargo, los Blues dieron el primer campanazo cuando vencieron convincentemente al eventual campeón de la liga española.

Aquí se comenzó a evidenciar el progreso que el joven Chelsea comenzaba a obtener con el estratega alemán, implementando su famoso “pressing”, agilizando las transiciones y arreglando la estructura defensiva. Después de la aplastadora racha de 15 victorias consecutivas en la liga por parte de los Citizens, mostraron señales de debilidad en los cuartos de final en contra del Borussia Dortmund; los de Manchester lograron un par de victorias poco espectaculares contra el joven equipo alemán.

En la final de la FA Cup, Tuchel venció por primera vez en su carrera a Guardiola, aquí fue donde el Chelsea dio el primer aviso directo, tendrían que esperar solo cuatro semanas para volver a enfrentarse, esta vez en liga, los Blues volverían a salir victoriosos en un encuentro donde el city no desplegó a su plantel titular debido a la ventaja que poseían en la competición.

En las semifinales de la Champions, el Chelsea venció contundentemente a un mediocre Real Madrid con brillantes actuaciones de N’Golo Kanté acompañadas de excelentes planteamientos de Tuchel. Por otro lado, los Citizens se enfrentaron a un rival de mucho más alto nivel, el dinámico Paris Saint-Germain que venía de vencer al campeón Bayern Múnich. Guardiola gozó de la suerte que usualmente no tiene en este torneo con un par de goles afortunados y una lesión para Kylian Mbappe. Aun así el City demostró su versatilidad en esa serie de partidos y venció a una escuadra parisina muy fuerte.

Guardiola tiene una tendencia a “pensar demasiado” los partidos importantes, y lo hizo una vez más. Los Ciudadanos venían jugando con un contención natural toda la temporada, ya sea Fernandinho o Rodri, lo cual permitía que los otros dos volantes tuvieran más libertad ofensiva, sobre todo Ilkay Gündogan quien se había convertido en un goleador en este esquema sin un nueve tradicional.

Sin embargo, en el partido más importante de la temporada el estratega catalán decidió que Gündogan se desempeñaría cómo el contención, un rol que sí ha ejecutado en su carrera, pero qué no habíamos visto esta campaña debido al éxito que ha tenido con un contención a su lado.

No sabemos a qué se debe este cambio, posiblemente no le tuvo confianza a ninguno de sus contenciones tradicionales, ya sea por la edad de Fernandinho o por las ocasionales inconsistencias de Rodri. También es posible que buscara controlar el medio campo con alguien más técnico en esa posición, al final la razón verdadera es incierta. Además los centrales del City, que venían teniendo una temporada espectacular, tuvieron una actuación para el olvido.

Aun así, el mérito es completamente de los hombres de Tuchel, quienes presionaron a la defensa del City con altísima efectividad, contraatacaron astutamente aprovechando la ausencia de un contención defensivo y anularon la profundidad de los atacantes del oponente. El Chelsea es un equipo joven que aún está lejos de llegar a su verdadero potencial, será la competencia de los Citizens en la Premier League y se perfila cómo contendientes en la Champions por muchos años más.