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Arturo Damm Arnal

Consumo e inversión

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
 
Por:

La actividad económica terminal es el consumo, al que precede la compra de los satisfactores, los cuales hay que producir, producción a la que precede la inversión directa destinada a dicha producción, de la cual es parte fundamental la inversión fija bruta en instalaciones, maquinaria y equipo.

Ésta proporciona la infraestructura física para poder producir, producción de la cual depende la creación de empleos (para producir alguien tiene que trabajar), y la generación de ingresos (a quien trabaja se le paga), de los cuales depende la compra de bienes y servicios. ¿Cómo vamos en tales materias?

Comienzo, con datos del INEGI para abril, por la inversión fija bruta, de la cual depende la inversión directa, de la cual depende la producción. En términos mensuales, comparando cada mes con el mes anterior, éste fue el crecimiento de la inversión fija bruta: enero, menos 0.5 por ciento; febrero, 1.5; marzo, 0.5; abril, menos 0.3. Crecimiento promedio mensual: 0.30 por ciento. Hace un año, entre enero y abril de 2022, 1.08.

En términos anuales, comparando cada mes con el mismo mes del año anterior, este fue el crecimiento de la inversión fija bruta: enero, 7.1 por ciento; febrero, 11.6; marzo, 8.6; abril, 7.0. Crecimiento promedio mensual: 8.58 por ciento. Un año antes, entre enero y abril de 2022, 5.73.

Lo malo: tanto en términos mensuales, como anuales, sumamos dos meses consecutivos, marzo y abril, con un menor crecimiento de la inversión fija bruta, parte esencial de la inversión directa, de la que depende producción, empleo, ingreso, consumo y bienestar.

Termino, con datos del INEGI para abril, con la compra de bienes y servicios, de parte de las familias residentes en el país, exceptuando la adquisición de bienes inmuebles y objetos lujosos, de la cual depende su consumo. Comparando cada mes con el mes anterior, en términos mensuales, este fue el crecimiento de la compra de bienes y servicios: enero, 2.4 por ciento; febrero, menos 1.0; marzo, 0.3; abril, 0.5. Crecimiento promedio mensual: 0.55 por ciento. Un año antes, entre enero y abril de 2022, 0.63.

Comparando cada mes con el mismo mes del año anterior, en términos anuales, este fue el crecimiento de la compra de bienes y servicios: enero, 6.3 por ciento; febrero, 3.5; marzo, 3.2; abril, 3.5. Crecimiento promedio mensual: 4.13 por ciento. Hace un año, entre enero y abril de 2022, 8.23.

Lo bueno: en términos mensuales, sumamos dos meses, marzo y abril, con una mayor compra de bienes y servicios; en términos anuales, sumamos un mes, abril, con una mayor adquisición de satisfactores. El nivel de la inversión fija bruta en abril fue similar al que ya habíamos alcanzado en noviembre de 2017, y se ubicó 4.9 por ciento por debajo del máximo histórico de julio de 2018.

El nivel de la compra de bienes y servicios en abril fue ligeramente menor, en 0.16 por ciento, que el máximo histórico alcanzado en enero pasado, y la pregunta es ¿cuánto mayor no sería la compra de bienes y servicios, y por lo tanto cuánto el bienestar, si la inversión fija bruta, y por lo tanto la inversión directa, no fueran mayores, para lo cual se requiere que la confianza de los empresarios, para invertir directamente en México, sea mayor de la que es (véase: https://www.razon.com.mx/opinion/columnas/arturo-damm-arnal/confianza-empresarial-534930).