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Bibiana Belsasso

Escuelas saqueadas, vandalizadas y sin presupuesto

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Han pasado ya casi 17 meses que los alumnos dejaron de asistir a clases de manera presencial en México.

Desde que inició la pandemia, los estudiantes han tenido que tomar clases por televisión y los muy afortunados, en línea por Internet. El nivel educativo se desplomó y con ello llegaron otros problemas, como el incremento en maltrato familiar y abuso sexual.

Finalmente, se ha dicho que los alumnos regresarán a clases presenciales. Pero hay un problema gravísimo: esos mismos 17 meses que los estudiantes han dejado de asistir a la escuela, se les dejó de dar mantenimiento a los planteles y muchos han sido  saqueados y vandalizados.

Así que se supone que el próximo 30 de agosto, más de 25 millones de alumnos de educación básica regresarán a clases de forma presencial, luego de un año y tres meses de ausencia por la pandemia por Covid-19, pero apenas se está empezando a revisar en qué condiciones están las escuelas.

El diagnóstico del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) asegura que cerca del 50% de los planteles en el país fueron saqueados, robados y vandalizados durante el cierre por la pandemia.

Esto representa entre 86 mil y 108 mil escuelas públicas de las 216 mil 130 que tiene registro la Secretaría de Educación Publica, a las que les robaron televisiones, computadoras, cables, focos, puertas, escritorios e incluso sanitarios. A ello se suma que algunas las grafitearon o destruyeron el mobiliario, desde bancas hasta pisos. Y esto ocurre en todos los estados.

En Córdoba, Veracruz, durante el periodo de encierro reportaron 8 actos de vandalismo y robo. El último se dio el pasado viernes 6 de junio, en una Telesecundaria de la unidad habitacional Arboledas, donde se llevaron más de 300 mil pesos. A nivel estado, 75 escuelas registraron robos y la región más afectada fue la de Boca del Río, con 51 planteles saqueados.

En Oaxaca, muchas de sus escuelas lucen deterioradas y vandalizadas. La Asociación Estatal de Padres de Familia en Tabasco denunció que al menos hubo 11 robos en escuelas de siete municipios, con pérdidas por 400 mil pesos. En Coahuila estiman invertir 30 millones de pesos para reparar 500 escuelas que presentan daños, de acuerdo con la Secretaría de Educación estatal.

La Ciudad de México no ha sido la excepción. En Iztapala, alumnos y profesores reportaron 200 luminarias dañadas, además del deterioro de las instalaciones hidrosanitarias.

Mientras que, según datos de las Fiscalías estatales, diversos planteles registraron cerca de 7 mil robos en todo el país. Esto implica que al día se cometieron alrededor de 18 durante el año en el que las escuelas permanecieron cerradas. Y es que no hay una partida especial para restaurar los planteles educativos en los cuales hubo robos.

Y es que regresar a clases en época de pandemia también tiene un costo mayor: hay que tener gel antibacterial, tapabocas, sanitizantes para los salones y, sobre todo, agua para que los estudiantes puedan lavarse las manos. Desde antes de la pandemia había cerca de 30 mil escuelas que no tienen agua, y en 80% de ellas no es potable. Y a eso hay que sumar que hoy, la escuela pública tiene muchos más estudiantes que tuvieron que abandonar las privadas por falta de recursos.

Tan sólo en el Estado de México, la Asociación de Escuelas Particulares de la entidad indicó que por el Covid-19 cerraron 450 colegios y que además estaban en riesgo de desaparecer otros 400 antes de diciembre de este año, si las condiciones del sector no mejoraban.

Se habla del regreso a clases presenciales, pero no de las condiciones para asegurar este regreso. Hasta el momento no existe un diagnóstico oficial de en qué condiciones está cada plantel.

Los padres de familia han sido convocados a realizar jornadas de limpieza, pero no son personal calificado y no cuentan con medidas y artículos sanitarios seguros.

De acuerdo con datos de la UNESCO, el coronavirus sacó del aula a casi 4 millones de estudiantes en México, y lo ubicó como el octavo país del mundo con el cierre de escuelas más largo.

Es urgente que los estudiantes regresen a clases, pero cuidando todas las medidas sanitarias, porque además, estamos en la tercera ola de Covid, y son muchos los niños, niñas y jóvenes los que se están contagiando, sobre todo con esta nueva cepa Delta.

Ya lo dijo el Gobierno federal: todos los estados deberán regresar a clases presenciales el 30 de agosto, independientemente del semáforo epidemiológico. Pero se debe hacer con medidas sanitarias. Veremos si los estudiantes pueden regresar a las aulas que tanta falta les hace y en qué en condiciones lo hacen.

Esa debería de ser la prioridad en este momento para el Gobierno federal. Por ejemplo, los recursos despilfarrados en la consulta para supuestamente juzgar a los expresidentes, entre otros, hubieran sido de gran utilidad para preparar las escuelas y tener un seguro regreso a clases.