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La guerra contra terroristas

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Han pasado ya 12 meses desde que el grupo terrorista Hamas llegó a territorio israelí para secuestrar a miles de personas. Ese 7 de octubre de 2023, hombres encapuchados y con armas de grueso calibre invadieron decenas de viviendas donde había mujeres, niños y adultos mayores que hacían su vida cotidiana.

El saldo fue de mil 200 personas muertas, muchas de ellas quedaron tendidas en el pavimento a plena luz del día o cerca de la entrada de sus casas, muchas con varios disparos en el cuerpo.

Los terroristas también ingresaron a un festival de música, donde miles de jóvenes disfrutaban en un evento irónicamente organizado a favor de la paz. Las imágenes difundidas en redes sociales mostraban a cientos de personas huyendo del ruido de las balas, pero muchos no lograron escapar, ya que 250 civiles fueron secuestrados por Hamas. Todavía hay más de 100 rehenes tomados por Hamas, muchos de ellos se creen han sido asesinados.

Israel, en su intento de acabar con el grupo terrorista, ha contraatacado y se ha generado una inestabilidad terrible en Medio Oriente.

Los terroristas de Hamas se esconden debajo de ciertos sitios como hospitales, para que, al ser combatidos, también se afecte a la sociedad civil. Miles de personas han muerto.

El ataque de Hamas en Gaza y la contraofensiva de Israel han provocado la muerte de 44 mil personas de los dos lados, tanto de Palestina como del lado israelí, además de casi 100 mil heridos y miles de desplazados.

El grupo terrorista mantiene el control de la Franja en territorio palestino desde 2007 y no lo hace solo, es financiado por el gobierno de Irán, enemigo de Israel, que en las últimas dos décadas ha permanecido en la mira de los gobiernos de Occidente, principalmente de Estados Unidos. Para tratar de acabar con el grupo terrorista y proteger su territorio, Israel ha tenido que abrir varios frentes para poder llegar a Irán. La situación es terrible.

Son varios los frentes que mantiene Israel en este momento. En Cisjordania reportan un repunte de violencia durante el último año, con operativos israelíes en poblados en busca de grupos armados, ataques más frecuentes de combatientes palestinos y ataques de colonos judíos contra palestinos.

La mayoría de los atentados contra israelíes en Cisjordania han sido organizados y perpetrados por elementos en Jenin, Nablus y Hebrón, donde los grupos terroristas disponen de libertad de acción con el aval de la Autoridad Palestina.

En Líbano, uno de los frentes más relevantes, Israel combate a Hezbolá, un grupo que también es financiado con dinero iraní, esta milicia chiita ha logrado hacerse del poder, básicamente usando su poderío de terror y su ala militar. Para la población ha sido muy difícil que se combata al grupo terrorista desde su territorio, porque también han sufrido de miles de muertes.

Desde el 7 de octubre, Hezbolá ha atacado el norte de Israel, pero de una forma limitada, solamente para manifestar identificación con el ataque del Hamas.

Israel atacó con mayor fuerza a Hezbolá el 27 de septiembre, cuando hizo explotar los walkie talkies y bippers, tecnología vieja usada por Hezbolá para comunicarse y que ahora le sirvió a Netanyahu y su grupo de inteligencia, el Mossad, para acabar con varios líderes del grupo terrorista, incluido su líder supremo, Hasán Nasralá.

Se extiende conflicto en oriente medio

Rescatistas y habitantes de la zona inspeccionan el lugar donde cayó una bomba israelí, ayer en Líbano.Foto: Reuters

Desde entonces la capital libanesa ha sido epicentro de nuevos ataques y bombardeos no vistos desde hace 20 años, con un saldo de dos mil muertos y seis mil heridos.

Pero existe preocupación, ya que Hezbolá cuenta con más de 150 mil misiles, algunos de ellos de precisión guiados por GPS, que son más difíciles de bloquear usando los sistemas de defensa de Israel. También cuentan con un ejército más grande que el de Hamas y mejor entrenado, con experiencia en la batalla, ya que participaron en la guerra civil en Siria, como aliados del dictador Bashar al-Hasad.

Siria, también está en mira de Israel. Este país se ha convertido en un territorio donde se pueden asentar milicias pro iraníes. Hezbolá cuenta con posiciones al sur de Siria, así como efectivos iraníes de la fuerza Kuds, quienes están preparando combatientes en el sur, en la frontera con Israel. Esas fuerzas ya han disparado misiles contra Israel, pero fueron neutralizados. Incluso usaron un dron que voló hasta la ciudad de Eilat y explotó en una escuela primaria.

Irán es el principal interesado en el territorio sirio, a donde ha enviado enormes cantidades de dinero para mantener abierto el corredor de armas que abastecen a Hezbolá y Hamas, con el propósito de mantener la fuerza del bloque chiita que incluye Irán, parte de Irak, Siria y Líbano.

Además, el país persa es otro frente abierto de Israel que enciende las alertas debido a la capacidad armamentista de este gobierno. En abril pasado fracasó el primer ataque iraní, donde Israel tuvo el apoyo de Estados Unidos y también de varios países árabes, confirmando, de hecho, la alianza que existe frente a Irán.

El pasado 1 de octubre, Irán lanzó 180 misiles hacia territorio israelí, como respuesta a la incursión terrestre de las tropas de Netanyahu en el Líbano. Luego del lanzamiento, Israel anunció que “fuerzas adicionales” se unían a “las incursiones limitadas, localizadas y selectivas contra objetivos de Hezbolá”, lo que ha dado resultado que más líderes hayan sido neutralizados.

Sin olvidar que Israel e Irán tienen su propia historia y no se remonta a lo ocurrido en semanas recientes o lo sucedido hace un año en Gaza.

En Yemen, las fuerzas hutíes se han convertido en un peligro constante. Controlan el paso marítimo por el Mar Rojo, donde incluso secuestraron buques israelíes, estadounidenses y británicos. Desde los primeros días de la guerra, en octubre de 2023, han estado enviando misiles y drones de ataque contra Israel, los cuales fueron interceptados por los sistemas de defensa, y en algunos casos por la armada estadounidense.

Otro frente de Israel es contra Irak, donde grupos radicales han lanzado drones y cohetes contra bases estadounidenses, como la base aérea de Asad en el oeste, un atentado que causó lesiones cerebrales a dos soldados estadounidenses.

Mientras Israel intenta acabar con grupos terroristas que han hecho atentados directamente contra su población, los terroristas se han escudado en una población civil que está a merced de estos criminales. Miles de inocentes han muerto, y mientras tanto la disyuntiva es: ¿se ataca o no a los grupos terroristas que se refugian en la población civil? Estos grupos que buscan a través de la violencia y el terror, apropiarse de este territorio y que aún tienen rehenes y secuestrados.

Una situación muy difícil la que se vive hoy en Medio Oriente.