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Bibiana Belsasso

La guerra por las vacunas

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso
Por:

La pregunta del millón que se hacen en todo el mundo: ¿Cuándo podremos salir a la calle sin temor a contagiarnos de Covid-19? ¿Cuándo volverá la vida a la normalidad? ¿Cuándo podremos abrazar a nuestros seres queridos o ver a nuestros adultos mayores?

Y será cuando se tenga una vacuna que esté probada y, además, distribuida. Y es que en el desarrollo de una vacuna, que normalmente demandaba entre 5 a 10 años, ahora se han recortado a procesos de apenas 5 meses.

Los trabajos de investigación iniciaron tras la aparición de los primeros casos de Covid-19 en la ciudad china de Wuhan, en diciembre de 2019. Y es que con la movilidad que tenemos hoy en día, ese virus estuvo a un avión de distancia para llegar a todo el mundo. Hoy, la preocupación de contagios es a nivel mundial.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) existen en la actualidad 23 candidatas de vacunas en evaluación clínica y 140 en investigación preclínica. Es una cifra récord de 163 vacunas para un virus que se conoció hace sólo 5 meses.

De las vacunas en desarrollo, hay tres que están más avanzadas: la experimental CanSino Biologics (China), la AZD1222 de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y la mRNA-1273 desarrollada por la compañía Moderna (Estados Unidos).

De acuerdo con la revista científica The Lancet, la del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford, en asociación con el laboratorio AstraZeneca, parece ser segura y genera inmunidad.

Los resultados son de los estudios en fase I y II que evaluaron seguridad, quedando pendiente evaluar la eficacia y basada en un vector de adenovirus recombinante.

The Lancet confirmó que una dosis única de AZD1222 resultó en un aumento de cuatro veces de los anticuerpos contra la proteína del pico del virus SARS-CoV-2, en 95% de los participantes un mes después de la inyección.

La vacuna fue capaz de generar anticuerpos en los seres humanos y no tiene eventos adversos severos.

En la siguiente etapa, el ensayo se ampliará a más de 10 mil personas en Reino Unido, 30 mil en Estados Unidos, 2 mil en Sudáfrica y 5 mil en Brasil, donde la cifra de contagios es más elevada.

La vacuna AZD1222 utiliza una versión debilitada de un virus del resfrío común (adenovirus), que causa infecciones en chimpancés y contiene el material genético de la proteína espiga del SARS-CoV-2.

Tras la vacunación, el sistema inmunitario queda preparado para neutralizar el virus SARS-CoV-2 en caso de una infección.

La otra vacuna que va muy adelantada es la china CanSino Biologics. La empresa china anunció en julio el inicio de la fase III de los ensayos de su vacuna en Brasil.

Bautizada como Ad5-nCoV, utiliza otro virus (un adenovirus del resfriado común) para introducir en las células humanas la información genética del nuevo coronavirus, con las instrucciones para fabricar algunas de sus proteínas virales y generar de este modo una respuesta inmune, pero sin desarrollar la enfermedad.

Esperanza a la vista

Una empleada de SinoPharm, en Beijing, analiza muestras de sangre para una posible cura del Covid-19. China es uno de los países que participa en el desarrollo de una inoculación contra el SARS-CoV-2.Foto: AP

A través de un comunicado publicado en The Lancet, la empresa señaló que los ensayos clínicos "muestran un buen perfil en cuanto a su seguridad y altos niveles de respuesta inmune celular y humoral".

La inmunización fue probada en apenas 508 participantes y el mismo comunicado advierte que no se puede garantizar que llegue a ser comercializada exitosamente.

La otra vacuna es de la estadounidense Moderna. Fue la primera empresa en probar la experimental mRNA-1273 en humanos.

En mayo se informó que la inoculación había dado indicios de que podía entrenar al sistema inmunitario para combatir al coronavirus.

Se trata de un pequeño fragmento del código genético del coronavirus que se inyecta en el paciente. No causa infección ni síntomas asociados al Covid-19, pero tiene la capacidad de provocar una respuesta del sistema inmunitario.

A los participantes del estudio se les aplicó una dosis baja, media o alta. La dosis más alta provocó más efectos colaterales.

Sin embargo, Moderna señaló que aquellos a los que se les suministró la dosis más baja produjeron el mismo nivel de anticuerpos detectados en personas recuperadas de Covid-19; y los que recibieron dosis medias tenían "significativamente más anticuerpos" que los pacientes recuperados.

Las compañías BioNTech y Pfizer también anunciaron resultados positivos utilizando el mismo procedimiento para su vacuna. De acuerdo con expertos, probablemente se cuente con una disponible para la gran mayoría para mediados de 2021.

Los laboratorios estadounidenses Pfizer, Merck y Moderna anunciaron que, en caso de lograr la vacuna contra el nuevo coronavirus, no la venderán a precio de costo; mientras que Johnson & Johnson y AstraZeneca, se han comprometido a vender inicialmente las suyas sin obtener ganancias.

Lo cierto es que varios laboratorios han recibido del Gobierno de Estados Unidos y otros países, al igual que de distintas fundaciones, millones de dólares para que una vez que se descubra la vacuna, se pueda comercializar a costos accesibles.

Esta semana el canciller Marcelo Ebrard aseguró: “México participa en este momento en todos los esfuerzos multilaterales para el desarrollo de una vacuna contra el Covid-19. Los datos indican que sí se podría contar con alguna este año y México va a llegar a tiempo”.

El objetivo, según el funcionario, es distribuir 2 mil millones de dosis entre 77 países, entre ellos México, sin importar la capacidad de pago, y explicó que nuestra nación participa en 4 proyectos de vacuna contra el Covid-19.

Y mientras los científicos y laboratorios trabajan a marchas forzadas, el Gobierno de Estados Unidos acusó a dos piratas informáticos chinos, Li Xiaoyu y Dong Jiazhi, de participar en varios ataques, uno de ellos contra una investigación relacionada con el desarrollo de vacunas.

Según el Departamento de Justicia estadounidense, los dos asiáticos estarían detrás de ataques informáticos contra gobiernos, disidentes, activistas y compañías privadas, incluidas algunas que participan en la búsqueda de una vacuna para combatir el Covid-19.

El ataque a empresas de Alemania, Australia, Bélgica, Corea del Sur, Estados Unidos, Japón, Lituania, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y España está relacionado con industrias de fabricación de tecnología de punta, materiales sanitarios, ingeniería civil e industrial, empresas, instituciones educativas y software para juegos, energía solar, farmacéuticas y defensa.

Según la imputación, los piratas informáticos trabajaron para su propio beneficio y para el Ministerio de Seguridad Estatal de China, además de recibir información de un miembro de los servicios de Inteligencia del país asiático.

En mayo pasado, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional acusaron a China de intentar hackear los informes sobre el desarrollo de una vacuna y un posible tratamiento para hacer frente al coronavirus.

Y mientras las guerras de poder y económicas se siguen dando entre las grandes potencias, hasta ahora el SARS-CoV-2 ha dejado más de 15 millones de contagios y cerca de 700 mil muertes, por lo que urge una vacuna y medicamentos para enfrentar este virus.

Y será hasta que se encuentre la vacuna y se hagan todos los estudios correspondientes para que no se tengan efectos colaterales, que se pueda aplicar y sólo así, podremos vivir lo más parecido a como lo hacíamos a finales del año pasado.