Carlos Olivares Baró
Mis Velardianas
LAS CLAVES
En estos días, el poeta Ramón López Velarde (Jerez, Zacateca, 15 de junio, 1888-Ciudad de México, 19 de junio, 1921) ha estado presente en múltiples eventos: recitales conferencias, conversatorios, misas, cátedras, páginas revistas y suplementos culturales, exposiciones, programas radiales y televisivos... Se cumplen 100 años de su muerte acaecida cuatro días después de cumplir 33 años de edad. La causa oficial de su defunción, según el pliego forense: bronconeumonía agravada por sífilis.
“En estos hiperbólicos minutos / en que la vida sube por mi pecho / como una marea de tributos / onerosos, la plétora de vida / se resuelve en renuncia capital / y en miedo se liquida.”, de “El minuto cobarde”, Zozobra, el cuaderno que el zacatecano publica en 1919. Morir a los 33 años (“La edad de Cristo azul se me acongoja”) mientras la vida sube por el pecho /como una marea de tributo: acto de atrevida conmiseración. “La muerte de Ramón fue una tragedia pavorosa: la muerte no fue para él un accidente natural de la vida, sino un golpe repentino e inexplicable que, de vez en vez, tienta la resignación de los hombres” (José Gorostiza).
Quiero compartir con los tres o cuatro lectores de esta columna, algunas imágenes, improntas y exaltaciones de un poeta que me sorprendió desde la primera vez que lo leí, allá en La Habana, años 70, gracias a Antón Arrufat, quien me regaló cuando cumplí 25 años, una edición de Zozobra: “Léete este libro, es un poeta que los mexicanos adoran; yo sé que tú lo vas a disfrutar mucho en tus palpitantes 25 años”, me dijo el autor de Lirios sobre un fondo de espadas.
Aquí van mis Velardianas.
* “(Fuensanta; cuando ingreso a tu azul valle / la ternura de ayer se me alborota, / pero yo la aconsejo que se calle.../ Mi corazón es una cuerda rota.)”
* “Idolatremos todo padecer, / gozando en la mirífica mujer.”
* “encima / del soltero dolor empedernido / de yacer como imberbe congregante / mientas los gatos erizan el ruido / y forjan una patria espeluznante”
* “Soy un harén y un hospital / colgados junto de un ensueño.”
* “Yo era rapaz / y conocía la o por lo redondo, / y Águeda, que tejía / mansa y perseverante en el sonoro / corredor, me causaba / calosfríos ignotos”
* “Intensidad quimérica / de un reloj descompuesto que da hora y horas / en una cámara destartalada”
* “Una epístola de rasgos moribundos / colmada de dramáticos adioses”
* “Sed constante de veneros / femeninos, de agua que huye y que regresa.”
* “La dicha de amar es un galope / del corazón sin brida, por el desfiladero / de la muerte”
* “Goteando su gota categórica / como un estribillo plañidero”
* “Placer, amor dolor... todo le es ultraje / y estimula su cruel carrera logarítmica, / sus ávidas mareas y su eterno oleaje.”
* “Era una madrugada de invierno /y lloviznaban gotas de silencio”
* “Paralelo a tu quimera, / cristalizo sin sofisma / las brasas de mi ígnea primavera, / enarbolo mi júbilo y mi mal / y suspendo mis llagas como prismas.”
* “Dejo, sin testamento, su gota a cada clavo / teñido con la savia de mi ritual madera; / no recojo mi sangre, ni siquiera la lavo”
* “No como a Cesar el rubor patricio / te cubre el rostro en medio del suplicio: / tu cabeza desnuda se nos queda / hemisféricamente, de moneda.”
* “Mi corazón leal, se amerita en la sombra. /Yo lo sacaría al día, como lengua de fuego / que se saca de un ínfimo purgatorio a la luz”
- Autor: Ramón López Velarde
- Género: Poesía, Prosa
- Editorial: FCE