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Carlos Olivares Baró

Versos de Robert Desnos

LAS CLAVES

Carlos Olivares Baró
Por:

No quiero repetir lo mismo: referir la angustia de estos días. Comentar el paso de la lluvia y glosar la soledad. Todo eso suena a cantilena contigua a la pedantería. Estamos así desde marzo pasado: ocho meses en la indecisión. Lo peor no ha sido el insomnio, sino ver cómo la noche se desnuda sin recato. / He pretendido organizar un poco este reguero de libros por toda la casa: cada vez que lo intento encuentro títulos olvidados: me pongo a leerlos: la intentada ordenación zozobra. Transcurro entre fonogramas, libros y evocaciones. “Vida: el reino de lo no lineal”: Elisa Díaz Castelo me ayuda a persistir.

A la misteriosa / Las tinieblas (Editorial Hiperión, 1996), de Robert Desnos (Paris, 1900-Campo de Concentración de Terezin, Checoeslovaquia, 1945): di con este ejemplar entre un nudo de cuadernos de poetas franceses dispuesto en uno de los rincones de la biblioteca. Tropezar con un libro querido es como encontrarse con un amigo que hace años nos veíamos. / Robert Desnos: en los años 20 se une al Grupo Surrealista donde tiene una destacada participación hasta 1929 cuando rompe con Breton. En los 30 trabaja en la radio y de manera innovadora combina la literatura con la música en transmisiones radiales que fueron muy celebradas.

Activista de la Resistencia durante la ocupación alemana en los años 40, la Gestapo lo detiene en febrero de 1944: trasladado a varios Campos de exterminio nazi, muere el 8 de junio de 1945, a pocos días de la liberación, en Checoeslovaquia, Campo de Concentración de Terezin.

A la misteriosa (1926) y Las tinieblas (1927): estrofas de hálito amoroso en que la pasión se despliega en imágenes superrealistas desde vigorosas pronunciaciones. “Dos cuadernos que queman las manos y dejan cicatrices, y cuyo fuego ni siquiera su autor sabe de dónde nace y se alzan iluminados por el brillo del verdadero aliento poético”, apuntan los editores en la cuarta de forros.

“¡Oh dolores del amor! / Cuánto os necesito y cuánto os amo. / Mis ojos que se cierran sobre lágrimas imaginarias, mis manos que se tienden sin cesar hacia el vacío. / He soñado esta noche paisajes sin sentido y aventuras peligrosas tanto desde el punto de vista de la muerte como desde el punto de vista de la vida, que son también el punto de vista del amor”. Leo y recuerdo este fragmento del poema “¡Oh dolores del amor! que una novia italiana pianista y compositora le puso música: evoco el estribillo que repetíamos en las tardes: “La muerte y la vida/punto de vista del amor”. ¿Dónde estará el casete con esa canción que hicimos Bernadette y yo, allá por el año 1999?

Lloro frente a los pliegos de este cuaderno de Robert Desnos entre mis manos. El polvo reconstruye el tiempo. El polvo testifica los espacios del sueño. Polvo enamorado que estalla en espejismos. La melodía del piano y la voz de Bernadette en el reloj del otoño. /// “Ya no es tiempo, tal vez ya no es tiempo de verme, / Pero la hoja que cae y la rueda que gira te dirán que nada es perpetuo sobre la tierra, / Salvo el amor, / y quiero convencerme de ello”. / “Deslizarme en tu sombra a favor de la noche. / Seguir tus pasos, tu sombra en la ventana. / Mas la ventana se abre y el viento, el viento que mece / extrañamente la llama y la bandera envuelve mi huida / con su manto. / La ventana se abre: no eres tú. / Bien lo sabía”. / “Cuando una muchacha se tiende desnuda al pie de un abedul y espera / Surgen los caballos migratorios / Aparecen en un galope de frascos rotos y armarios chirriantes...”/ Robert Desnos: renacimiento de voces amadas. “Amo el amor, su ternura y su crueldad”.

A la misteriosa / Las tinieblas
  • Autor: Robert Desnos
  • Género: Poesía
  • Editorial: Hiperión
A la misteriosa / Las tinieblas