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Daniel Alonso

Jiménez con G

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Suenan igual, pero se escribe diferente. Se trata de los apellidos de los dos últimos nueves del futbol mexicano, que después de Javier Hernández, han destacado en Europa y portado el jersey de la selección.

Carreras similares con presentes opuestos. Raúl representa la ilusión rota, el sueño que se escapa de las manos. Santiago está en proceso de transformarse en lo que era Jiménez antes de la terrible lesión que cambió el destino.

Después de un inicio nada sencillo en el futbol europeo, Raúl Jiménez encontró en el Wolverhampton el hogar que lo haría brillar en lo más alto. En el club inglés encontró la regularidad, y los goles enamoraron a la afición y que se transformó en el Lobo Mexicano. La élite de Europa ya preguntaba por él, rumores desde Barcelona, Chelsea, Manchester City o el United se lanzarían por el mexicano en el mercado de invierno. Al mismo tiempo, en selección nacional, gran parte de las opciones en Qatar pasaban por la dupla Jiménez-Lozano y el proceso del Tata, hasta ese momento, lucía esperanzador.

Entonces llegó aquel doloroso accidente del futbol en noviembre del 2020; un choque de cabezas con el defensa brasileño David Luiz y que puso en jaque, no sólo la carrera como futbolista de Raúl, sino su propia vida. Las imágenes de la fractura de cráneo no dejaban dudas, la recuperación para hacer su vida normal ya era todo un reto; volver a las canchas, un sueño y al mismo tiempo el miedo de un nuevo choque que sería catastrófico.

Con un corazón gigante, Raúl Jiménez volvió a las canchas, pero su nivel ya no fue el mismo. Las ofertas importantes desaparecieron, y el mundial de Qatar, que en teoría pintaba como su apoteosis, se volvió casi una pesadilla. Su presencia significó la ausencia de Santi Giménez, el centro delantero que atravesaba la mejor racha de cara al gol. Vale la pena precisar que el menos culpable de dicha situación fue Raúl, todos nosotros en sus zapatos, nos hubiéramos aferrado.

Hoy el presente le pertenece a Santiago Giménez, quien continúa en racha goleadora y se encamina a coronarse con el Feyenoord en su primera temporada en Holanda y aún con vida en la Europa League, en donde también ha marcado goles importantes y la próxima semana enfrentará a la Roma de Mourinho.

¿Es demasiado pronto para ilusionarse? La respuesta es sí, porque es una realidad que Santi apenas comienza a hacerse espacio en el futbol europeo; pero de entrada fue un gran acierto llegar a Holanda para foguearse antes de dar el brinco a una liga de mayor nivel y exigencia. Ya el río suena con ofertas del futbol español, el portugués y el siempre atractivo futbol inglés. Evidentemente ésta última opción sería la ideal, emular la ruta que tomó su hoy compañero de Selección Mexicana, Raúl Jiménez.

Una carrera comienza a deslumbrar, ¿otra se apaga? Probablemente sea el momento de bajar un poco la exigencia. Raúl Jiménez forzó la marcha para llegar a Qatar y creo eso le pasó factura en lo emocional y en lo físico. Seguramente los Wolves ya no contarán con el de cara a la próxima temporada, pero eso no quiere decir que sea el final. El futbol muchas veces es cruel, pero siempre ofrece una última jugada: Giménez y Jiménez festejando un gol juntos en 2026, no hay que descartarlo. El futbol, otras veces, es maravilloso.