Muy buena noticia
JUSTA MEDIANÍA
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
En nuestro país se viven tiempos extraordinarios. Un México donde paulatinamente la mujer va ocupando los espacios que merece y reivindicando con capacidad, talento, conocimiento y experiencia, su valiosísimo rol en las instituciones que componen nuestro país.
Concluyó la campaña electoral, proceso que además de permitir el contraste de posturas y proyectos, fomenta cierto nivel de polarización. Dolorosamente la violencia -por diferentes causas- ha costado la vida a decenas de mujeres y hombres durante el proceso electoral. Con el cierre de la jornada, necesariamente deberá comenzar un periodo de reconciliación entre ciertos grupos políticos y sociales que se han visto confrontados durante el mismo.
El momento que vive nuestro país amerita la participación de todos en la construcción de acuerdos que permitan coordinación y trabajo en equipo. Si buscamos un México con bienestar, desarrollo y crecimiento, necesariamente deberemos disminuir los niveles de violencia, garantizar el Estado de derecho, mejorar la calidad de los servicios, fortalecer la educación, capacitación y profesionalización de nuestro capital humano, y garantizar el abasto de agua y energía de forma sostenible; asignaturas y retos de enorme magnitud que requieren la participación de todas y todos.
Escribo esta columna sin conocer el resultado de la elección. Auguro una enorme participación, sólo inhibida en ciertos puntos del territorio por la violencia y la inseguridad. México tendrá presidenta y ésa es una gran noticia. Agridulce resulta citar el decreto de ley publicado el 17 de octubre de 1953 que permitió a las mujeres votar y ser votadas; y digo agridulce porque me parece increíble -por decir lo menos- que ese decreto no se haya publicado antes, pero a la vez me parece muy valiosa -aunque tardía- su publicación.
Poco más de 70 años después de aquel 17 de octubre, una mujer por primera vez en nuestra historia será presidenta de México; reconociendo el valor de las diferencias propias de cada género, que una mujer porte la banda presidencial, permitirá cerrar -progresivamente- distintas brechas aún anchas y profundas entre mujeres y hombres que no deberían existir.
La toma de protesta de la próxima presidenta completará la pizarra: una presidenta, 10 gobernadoras, 545 alcaldesas, 250 diputadas federales y 64 senadoras. Esto es una gran noticia para nuestro país, para nuestra democracia y particularmente para las mujeres mexicanas. En una sociedad donde el papel de la mujer es protagónico y fundamental a todos niveles y en todos los ámbitos, mismo que nunca ha sido reconocido y retribuido suficientemente, que tengamos una mujer presidenta alimenta la esperanza y el entusiasmo de revertir tal situación.
Como en cada ciclo, se avecina un proceso de cierre y transición, para dar paso a un nuevo sexenio comandado ahora por una mujer, que requerirá de la labor de cada ciudadano en la gran tarea de construir un México de paz, desarrollo y bienestar.