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David E. León Romero

Sobre Guerrero

JUSTA MEDIANÍA

David E. León Romero
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Quiero expresar mi respeto y solidaridad para los afectados del huracán Otis. Además, quiero manifestar mi reconocimiento para las mujeres y hombres que se encuentran atendiendo la emergencia, principalmente para todos aquellos que se encuentran en la primera línea de atención.

El desastre revela. Recuerdo mis clases de fotografía en la universidad. Un proceso prácticamente artesanal permitía que en un trozo de papel sumergido en cierto líquido, apareciera la imagen objetivo. Así, el desastre tal y como una instantánea, saca a flote aciertos y errores en torno a la Gestión Integral de Riesgos.

Lo primero que salta a la vista es que el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) funciona. Ese engranaje que tiene por objeto coordinar los esfuerzos del sector público, privado y social, para prevenir y atender emergencias y desastres eficientemente, está más vivo que nunca, registra aciertos y también áreas de oportunidad.

El Centro de Mando está instalado y en él se coordinan las acciones de atención, mismas que se comunican por distintas plataformas. La Secretaría de la Defensa Nacional, encabezada por el general Luis Cresencio Sandoval; la Secretaría de Marina, encabezada por el almirante Rafael Ojeda Durán; la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, representada por Rosa Icela Rodríguez, dependencia donde hoy está radicada la Coordinación Nacional de Protección Civil, por mencionar sólo 3 de las más de 10 secretarías que lideran los trabajos, que hoy lunes lleva a cabo casi la totalidad del Gabinete del Presidente López Obrador directamente en el territorio. Será un proceso largo y doloroso, nada fácil; serán las comunidades más pobres aquellas que se recuperen con mayor dificultad. La vulnerabilidad de los centros turísticos radica en que la gran mayoría de sus ingresos dependen de los visitantes; son ellos los que detonan el ciclo económico.

En esta primera etapa el Sinaproc busca restablecer lo indispensable: ahí está la Secretaría de Salud intentando satisfacer las necesidades de los guerrerenses, la Comisión Federal de Electricidad, restableciendo la infraestructura y el servicio eléctrico con la gran eficiencia que les caracteriza, y con una estrategia de comunicación sólida, ordenada y eficiente; Telmex, como parte del sector privado, restableciendo sus instalaciones y servicios para incrementar la conectividad; así podría ejemplificar innumerables acciones exitosas que hoy se llevan a cabo en sitio por parte de distintos actores.

A la distancia, registro un gran número de mensajes de distintos voceros, que se intercalan entre noticias falsas. En la gestión de la emergencia y el desastre, igualmente importante resultan las acciones operativas y las acciones de comunicación. Hoy es cuando el Estado debe echar mano de todas sus herramientas para comunicar con fuerza y de manera eficiente.

Para cerrar estas breves reflexiones: leo aquí y allá el equívoco término desastre natural. El desastre natural no existe. Los desastres no son naturales. Los desastres son el resultado de una suma de decisiones de carácter humano y la ocurrencia de un fenómeno de carácter natural. El desastre no lo provoca el huracán, el desastre lo provocan nuestras decisiones y la irrupción del huracán.