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El Duende

Presunta culpable II

DESDE LAS CLOACAS

El Duende
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

La semana pasada aquí en este espacio, le platiqué el caso de Karla, una joven que lleva cuatro años presa en el penal de Apizaco, Tlaxcala, acusada del asesinato de una mujer.

La pandemia por Covid-19, pero sobre todo las irregularidades en las que opera el nuevo sistema de justicia penal y que es son responsable de su aplicación en esa entidad, la mantienen injustamente tras las rejas, a pesar de existir pruebas que ubican a Karla en otra entidad cuando ocurrieron los hechos.

Desde que se inició el caso, me cuentan, el juez le negó a la defensa presentar medios de prueba importantes; tampoco se permitió presentar los peritajes de las comunicaciones de Karla que demostraban —claramente— que ella estaba en Puebla y no en Tlaxcala cuando ocurrió el asesinato.

Por si fuera poco, no se admitió un medio que revela las notables diferencias entre la inculpada y la persona que accionó el arma de fuego en contra de la víctima.

Y le platico la más reciente. Resulta que el mes pasado, y sin avisar a nadie, el Ministerio Público que acusa a Karla concluyó con la presentación de sus medios de prueba ante el colegiado que lleva el juicio.

Durante esta etapa, a la defensa no se le permitió cuestionar estas pruebas a pesar de que estaba en su derecho. Una vez concluida la oportunidad del MP, vino la etapa en la que los abogados de Karla presentarían sus pruebas.

Pero, pero, peeeeeeero… fue en este momento que uno de los tres jueces que integran el colegiado fue suspendido por un asunto administrativo.

Luego de esto, también se suspendió el juicio en tanto el juez separado volviera, pero al final no fue así y hace unos días el juicio fue nulificado definitivamente. Así que toda esta etapa, tendrá que reponerse desde el inicio.

Esto parecería una buena noticia, sería la oportunidad para que la defensa de Karla pueda ejercer sus derechos en el juicio y hasta solicitar que, tras más de cuatro años en el penal, la medida cautelar de la prisión preventiva sea revisada y en su caso, modificada. Es decir, la oportunidad para que la joven pueda defenderse y volver a su casa en Oaxaca, de donde es originaria.

Aquí, cabe recordar que el nuevo sistema de justicia penal establece que “en ningún caso será superior a dos años, salvo que su prolongación se deba al ejercicio del derecho de defensa del imputado”, pero Karla ya lleva cuatro.

El problema es que tras años de dilación, no hay fecha para que un nuevo colegiado se integre y mucho menos para que el juicio arranque de nuevo. El balón está en la cancha del Poder Judicial de la entidad, que deberá de nombrar a los nuevos juzgadores a la brevedad.

En el baúl. En el juego de vencidas dentro de Morena, ganaron los no pragmáticos. Pero como decía mi abuela Dondinéa: “En la política no se da paso sin huarache”, así que el haber sacrificado al llamado “mejor policía del país” tendrá sus consecuencias… Al tiempo.

Basta por hoy, pero el próximo lunes… regresaréeeeeeeee!