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Gabriel Morales Sod

¿A dónde volteará la superpotencia?

VOCES DE LEVANTE Y OCCIDENTE

Gabriel Morales Sod
Por:

Esta semana, el presidente electo, Joe Biden, hizo públicos los nombres de quienes ocuparán los puestos principales de la política exterior estadounidense durante su administración. Antony Blinken, quien fue unas de las voces principales en el tratado nuclear con Irán, será secretario de Estado; Linda Thomas-Greenfield, diplomática de carrera y ex embajadora de Liberia, será la embajadora del país en Naciones Unidas, y John Kerry, ex secretario de Estado, ocupará un puesto recién creado, como el encargado del combate al cambio climático. Estos nombres y los de los demás funcionarios y asesores que Biden eligiera esta semana nos dan algunas indicaciones de la dirección que tomará su política exterior.

A nadie le sorprendió que Biden, vicepresidente de Barack Obama y cuya campaña central fue un regreso a la normalidad de antes de Donald Trump, eligiera casi en su totalidad a miembros de la antigua administración. Esto implicará, también como se esperaba, un regreso al acuerdo de París y a las negociaciones con Irán; la vuelta de la diplomacia y del departamento de Estado como actores centrales de la política exterior estadounidense; el reacercamiento a Europa y el regreso las negociaciones de control de armas con Rusia.

Sin embargo, el mundo después de Donald Trump no es el mismo que dejó Obama. Hoy, la comunidad internacional se enfrenta en desunión al enemigo común, el Covid-19; el autoritarismo, si bien no en expansión, se ha atrincherado en varios países clave; las tensiones entre Irán y sus vecinos se han acrecentado, provocando entre otras cosas una guerra civil en Yemen y una alianza histórica entre Israel y varios países del golfo. El control chino se ha profundizado no sólo en Asia, donde acabaron con la democracia en Hong Kong, sino en África, al mismo tiempo que Rusia, envalentada por Trump, afianzó su poder en Euroasia, y el hasta entonces enemigo silencioso del cambio climático mostró su furia en los bosques de California.

Para Biden queda claro que un regreso a la normalidad no es suficiente, sino imposible. Para atacar el cambio climático y el desmoronamiento del sistema internacional, temas centrales para su administración, no es suficiente, como sabe el presidente electo, regresar al sistema que le permitió a Obama llegar a acuerdos, como el de París y el de control nuclear con Irán. Es necesario un nuevo ímpetu para enfrentarse de manera mucho más frontal a estos temas. A pesar de los éxitos de Obama, sus errores en Siria fueron uno de los principales catalizadores de la ola de refugiados que dio puerta al regreso del autoritarismo en Occidente. Joe Biden, quien fuera parte de la cadena de mando que cometió esos errores, enfrenta hoy un mundo mucho más complejo, donde muchas de las normas consuetudinarias y alianzas que sostenían el sistema internacional ya no existen.