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Guillermo Hurtado

Michael Sandel y el nuevo modelo del bachillerato

TEATRO DE SOMBRAS

Guillermo Hurtado
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

E n la página web de la Subsecretaría de Educación Media Superior se puede encontrar el documento denominado “Fundamentos del Marco Curricular Común de Educación Media Superior”, firmado por el subsecretario, el Dr. Juan Pablo Arroyo y la por la Dra. María Elena Pérez Campuzano. Éste es un documento que merece la atención de todos los interesados en la Reforma Educativa.

Como su nombre lo indica, lo que pretende el documento es ofrecer los fundamentos de la profunda reforma que se llevará a cabo en el bachillerato nacional. Se trata de los principios más filosóficos del nuevo plan, que nos dan una idea del modelo de ser humano y de sociedad que pretende inculcar la SEP en sus alumnos de ese subsistema.

En un artículo de estas dimensiones no podría enumerar y, mucho menos analizar, todas las ideas, expresadas, de manera explícita o implícita, en el documento en cuestión. Quisiera señalar, únicamente, algo que me sorprendió: la influencia visible del pensamiento de uno de los filósofos políticos más importantes de los Estados Unidos, en la ideología manifestada en dicho documento.

Michael Sandel es un famoso profesor de la Universidad de Harvard. Junto con otros destacados pensadores como Charles Taylor, quien fuera su maestro, y Michael Walzer, Sendel ha sido caracterizado como un representante de la llamada escuela comunitarista, que se ha opuesto al neoliberalismo imperante en la sociedad estadounidense. Estos filósofos son críticos del modelo de justicia ofrecido por John Rawls en su libro clásico Una teoría de la justicia, de 1971, que fue determinante para la expansión del neoliberalismo, como una ideología dominante, después del colapso del comunismo real.

El libro más reciente de Sandel lleva el título provocador de La tiranía del mérito. En esa obra, Sandel no va en contra del mérito en sí, sino de la meritocracia, es decir, del sistema que otorga al mérito individual un rol protagónico en la distribución de bienes en la sociedad. Dicho de otra manera, el mérito individual se convierte en la justificación, casi exclusiva, de los beneficios, los premios y las riquezas disponibles en una sociedad.

Esto viene al caso porque en el documento “Fundamentos del Marco Curricular Común de Educación Media Superior”, se cita expresamente a Sandel para justificar tres de las propuestas fundamentales del nuevo modelo educativo. La primera es, directamente, el rechazo de la ideología meritocrática que se atribuye al modelo educativo del régimen anterior, el de las llamadas competencias. La segunda es el rechazo del instrumento de las calificaciones numéricas, como un criterio diferenciador al cual todo el sistema educativo debe estar orientado. Lo que se propone es que los alumnos desarrollen el deseo de aprender, más allá del estímulo de la calificación obtenida en su proceso educativo. El tercero es el rechazo al desprecio a la educación técnica, como menos meritoria que la universitaria.