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Horacio Vives Segl

Exitosa renovación en el INE

ENTRE COLEGAS

Horacio Vives Segl
Por:

Como fue ampliamente difundido, por fin la Cámara de Diputados completó el proceso de renovación escalonada de cuatro consejeros electorales del Consejo General del INE, pendiente desde abril.

Como suele suceder, se trata de un proceso muy vigilado —lo cual está muy bien— y muy polarizante. Es un concurso público determinado en la Constitución de manera detallada, en el que intervienen distintas instituciones, en etapas secuenciales, para seleccionar a perfiles aptos e idóneos. Para este proceso de designación, hay que resaltar el excelente trabajo que hicieron seis de los siete integrantes del comité técnico de evaluación para filtrar aspirantes y elaborar las quintetas propuestas a la Cámara de Diputados (el inconveniente se veía venir desde que la CNDH dio un claro paso en falso en una de las dos designaciones que le correspondían para el comité; pero sin duda, salvo por ese detalle, el trabajo en conjunto de los otros seis integrantes fue impecable).

Luego se pudo conjurar un riesgo no menor, que era la posibilidad de que Morena y sus aliados legislativos impusieran a los nuevos consejeros con la aplanadora de su mayoría calificada, sin el respaldo de los partidos opositores. De alguna manera, así se habría repetido el escenario no deseable de la integración del entonces Consejo General del IFE del 2003, aprobada por la mayoría calificada que sumaban PAN y PRI, con el voto en contra de los partidos de izquierda; y no es que aquella designación hubiera estado desprovista de la legitimidad debida (superó ampliamente la exigente mayoría calificada de dos tercios y cumplió con todos los demás requisitos constitucionales y legales), pero en una decisión tan importante como es la designación del árbitro electoral, sin duda lo más deseable es que se logre la mejor combinación de perfiles que cuente con el respaldo de todos los partidos representados en el Congreso.

De ahí la importancia de que, al menos en el arranque de la gestión, los nuevos consejeros tengan el aval de todas las fuerzas políticas. Si bien en la votación no se alcanzó la unanimidad, sí se mostró un amplísimo consenso. Si, una vez integradas las quintetas, terminaron aprobándose los perfiles impulsados por la mayoría legislativa, eso es mérito tanto del presidente de la Jucopo como de las oposiciones, que supieron sumarse a un acuerdo democrático de consenso.

Ahora es momento de que el Consejo General, con su nueva integración, se ponga a trabajar intensamente. Está por iniciar la organización del proceso electoral donde se hará la renovación de cargos de elección más grande en la historia del país —inclusive mayor que en 2018, aunque no esté en juego ni la Presidencia ni el Senado— y con un desafío inédito: garantizar los derechos político-electorales en un contexto que requiere extrema innovación y cuidado ante la crisis sanitaria. Todos les deseamos una gestión exitosa.

Como nota final, particularmente es una excelente noticia la designación de Carla Humphrey como consejera electoral. Su sólida trayectoria profesional de más de 20 años en el ámbito electoral sin duda robustecerá los trabajos de una de nuestras instituciones más preciadas. ¡Enhorabuena!