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Julio Pilotzi

Prevalece desorden en organismos electorales

SPLIT FINANCIERO

Julio Pilotzi
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Existen consejeros dentro de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLES), antes Institutos Electorales Estatales, que siguen manteniendo relaciones de perversión con supuestos impresores y fabricantes de materiales con experiencia y garantías de cumplimiento y seguridad en lo relacionado a la producción de materiales electorales, tema de seguridad nacional. Ahora que la empresa paraestatal Talleres Gráficos de México ha hecho pública su intención de transparentar el proceso de impresión de boletas y materiales electorales para los comicios del 2024, los “coyotes”, es decir, las personas físicas que falsamente se ostentan como impresores o fabricantes formalmente constituidos, están haciendo pública su intención de conseguir contratos de una forma desleal y con altos componentes de corrupción al descalificarse entre ellos.

En el Estado de México y Sonora, entre otras entidades, se han denunciado prácticas que mantienen viva la percepción de que, muy puntualmente en los OPLES, existen funcionarios electorales que buscan mantener vivos los esquemas de corrupción en las actuales licitaciones para la impresión de papelería electoral y la fabricación de materiales para casillas para la jornada electoral 2024. Se trata de esquemas madurados a lo largo de años en los cuales los “coyotes”, que se hacen pasar por impresores o fabricantes se adjudican contratos multimillonarios (con sobreprecio) para después maquilar los entregables con empresas del sector gráfico. No hay una ley que obligue a los OPLES a cumplir con la invitación de Talleres Gráficos de México, la cual está orientada a transparentar las licitaciones del INE y sus representaciones estatales para romper con la corrupción que desde hace más de dos décadas ha beneficiado a grupos de intermediarios coyotes y a consejeros con contratos adjudicados sin comparativo ni justificación de precios a todas luces inflados.

En la larga lista hay “empresarios” que se han beneficiado durante muchos años de estos procesos pactados en complicidad con consejeros estatales y continúan estableciendo acuerdos al margen de la ley. Incluso, fingen ser empresarios del sector gráfico con empresas pantalla. Estas personas físicas han logrado librar las sanciones gracias a artimañas legales y a la complicidad de autoridades. Un grupo de ellos se asoció para crear un monopolio de papelería electoral y concentrar en unas cuantas manos muchos más cientos de millones de pesos en contratos a nivel nacional y local en empresas. Será una labor del INE y de su presidenta, Guadalupe Taddei Zavala, empezar por ordenar la casa y transparentar estos procesos locales y nacional que, sin duda, los llevaría a reducir los gastos a efecto de garantizar pulcritud en todos los procesos de licitación de cara a los comicios del 2024, considerada la jornada electoral más grande de la historia del país.

Para el sector industrial gráfico formal no es posible que las próximas elecciones se lleven a cabo manteniendo en la impunidad a esa red de corrupción identificada seleccionando propuestas de proveedores “coyote”, sin un riguroso análisis de las cotizaciones de impresión y fabricación de materiales electorales, lo cual es evidente cuando se cotejan los montos presupuestados entre un estado y otro para jornadas comiciales con necesidades gráficas muy similares.

Módem portátil. No es la primera vez que una empresa se aventura a lanzar un módem portátil teniendo resultados negativos, pero quizá ésta sea la ocasión en donde una de ellas demuestre lo contrario. Se trata de lo que está haciendo la CFE, que presume un aparato denominado “MIFI”, un dispositivo de Internet móvil o Mobile WiFi, que te permitirá tener tu propia red WiFi personal de banda ancha y alta velocidad para llevarla a donde quieras. El deseo es que esto sea un parteaguas que también se deje sentir en sus estados financieros, porque si algo le urge a la 4T es de sólidas ganancias de sus empresas productivas del Estado.

Voz en off. Alguien le tiene que decir a Alejandro del Valle que pare de mentir, porque justo ahora que se cumplen tres años del desastre que ahora tiene en el abandono a sus extrabajadores, se apresura a presumir nuevamente que en el 2024 regresará a los aires. Lo que no hace es presentar un proyecto sólido y creíble, con respaldo financiero de empresas o fondos de inversión serios. Quizá le haga falta acompañar la búsqueda de recursos para inyectarle inversión a esta empresa aérea y pagar sus enormes adeudos.