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Alito propone gobierno de coalición a MC

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Alejandro Moreno le tomó la palabra a Jorge Álvarez Máynez: si el candidato de Movimiento Ciudadano y de Dante Delgado deciden declinar antes del Tercer Debate Presidencial en favor de la candidata de la Alianza Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez Ruiz, el secretario general del Partido Revolucionario Institucional se compromete públicamente a renunciar a ese cargo y a su candidatura segura plurinominal al Senado de la República: “Lo importante es que Moreno se vaya, que reconstruyamos la república con un gobierno de coalición donde también participaría Movimiento Ciudadano”.

Convocó, pues, al “voto útil”. Y no es que el partido naranja (MC) haga una diferencia sustancial en las tendencias electorales (aportaría entre 4% y 6%), sino por que ayudaría a que la diferencia de votos entre Gálvez Ruiz y Claudia Sheinbaum sea lo suficientemente amplia para evitar cualquier intento de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador intente alterar y/o desconocer los resultados, dice uno de los líderes de la alianza opositora.

Y previo a la elección, colaboraría a mostrar un frente partidista y ciudadano bien articulado, diverso y amplio casi en su totalidad capaz de asumir las graves tareas que están por delante.

La frágil situación de las finanzas públicas, una deuda asfixiante, el colapso del sistema de suministro eléctrico, la crisis hídrica, la crisis sexenal de los servicios públicos de salud, el desbordamiento de la inseguridad pública, la colisión con los países con que México tiene acuerdos comerciales vitales y la pérdida de oportunidades para impulsar la inversión productiva, obligan ciertamente a la toma de definiciones políticas a fondo entre las fuerzas política y sus seguidores.

Se puede afirmar que el llamado de Alejandro Moreno tiene sustancia partidista y política para la conducción de un país diverso y cambiante. En contraste, la respuesta, hasta ahora de Álvarez Máynez, ha sido pueril: ha evitado tomar la apuesta que él mismo hizo, alargando sus peticiones como quien pide a deshoras más caguamas en una chelería.

Triste situación para el partido de Dante Delgado, pues el porcentaje de votos que obtenga en la elección federal no le contarán para el Poder Legislativo… lo cual pondrá en riesgo el registro en diversas entidades, incluyendo en la CDMX donde la inteligencia de su candidato Salomón Chertorivski quedará marcada como una que —sin oportunidades de triunfo ante Santiago Taboada o Clara Brugada— inclinó sus servicios hacia el oficialismo.

La propuesta tricolor de que el candidato naranja ya no se presente al debate del próximo domingo 19 de mayo (ahí caduca la oferta) ofrece a MC ser parte de un gobierno de coalición, con derechos y obligaciones precisas, incluyente y sujeto al escrutinio público. Su aportación en votos no sería amplia, pero sí de alto contenido simbólico.

Vaya, los gobiernos de coalición, por su naturaleza parlamentaria y social, no son necesariamente los más ágiles en acordar soluciones en sus países, pero son los que logran políticas públicas más duraderas con mejores resultados y estabilidad.

Dante y Álvarez podrán rechazar, entre broma y risa, el plan tricolor aduciendo que su partido será el victorioso segundo lugar en la elección de 2 de junio. Así pasarán a la historia.

Colosio: el 30 pasa por el 24. Fue el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, quien retomó esta semana una de las ideas ya expresadas por la Alianza Fuerza y Corazón por México: sumar el tercer con el segundo lugar de las preferencias electorales para generar bloque opositor más amplio. No, pidió explícitamente que Álvarez Máynez declinara por Xóchitl Gálvez… y dejó, dirían en el rancho, “chillando a la víbora”, pese a encabezar la segunda y más industriosa urbe del país.

El tiempo se acaba: el domingo 19, a más tardar, los grupos de naranja tendrán que decidir por sumarse a un gobierno de coalición ciudadana, o asumirse tipo “oposición leal”.

Inequidad en Manzanillo. El puerto de Manzanillo podría padecer una baja en el número de barcos que recibe en caso de mantenerse el trato inequitativo y parcial por parte de varios funcionarios como acusan las navieras. Desde hace unos meses, los quejosos apuntan los favores hacia empresas que continúan favoreciendo compañías que son las mismas de siempre, como es el caso de Hazesa, de Raúl Sandoval.

El nuevo coordinador general de puertos y marina mercante, Manuel Gutiérrez Gallardo, tiene gran tarea para recuperar el timón en la Asipona de Manzanillo, a cargo de Alberto Gasque Peña, y tomar en cuenta el llamado de los empresarios locales sobre José Domingo Sánchez y a Jesús Ortiz Estévez como los responsables de manejar operativamente todas las decisiones del puerto a su gusto y disgusto.

Aguas.