Cocinan “impuesto privado” en el Senado

Pues sí, así como lo lee: la Comisión de Economía del Senado, por iniciativa de su presidente, el panista Roberto Moya Clemente, insistirá la semana próxima para que se apruebe una reforma a la Ley Federal del Derecho de Autor, denominada pomposamente como “Remuneración compensatoria por copia privada”, una reforma a modo con el gremio de autores y compositores para imponer a los mexicanos la obligación de pagar un impuesto privado por la compra de un celular, una computadora, una tablet, una consola de videojuegos…, hasta una memoria USB.

Lo anterior, por el sospechosimo de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), donde creen que cualquier persona que adquiera un dispositivo electrónico lo hace con el fin de piratearles sus contenidos.

En otras palabras, Moya, de esos que se hacen llamar defensores de las libertades comerciales y del Estado de derecho, con tal de hacer feliz al gremio que encabeza Martín Urieta promueve un impuesto privado…, pues el dinero recaudado nunca entrará al erario para financiar el gasto público, sino para engordar las carteras particulares. Y eso, visto desde cualquier punto de vista, viola la Constitución.

Moya, sin clemencia, es portador de fastidiosas sorpresas: desde marzo pasado intentó atarantar a los propios panistas con un dictamen para aprobar dicho impuesto; la Comisión de Economía acordó no someter a discusión la chunga propuesta, y se acordó efectuar un Parlamento Abierto, supuestamente para escuchar a todos los sectores.

Pero nunca se organizó tal Parlamento Abierto: a la promesa de diálogo, literalmente, se le arrugó la piel y el maquillaje no fue suficiente para tapar el incumplimiento del acuerdo político con las fuerzas parlamentarias y la sociedad civil. Y sí, el objetivo ahora es madrugar a los consumidores, quienes nunca nos imaginamos que esa sorpresita saliera de las filas del PAN. Y es que nuestros impuestos están trabajando…

Mifel, chicanas Becker. Quienes asistieron a la 86 Convención Bancaria aún recuerdan el discurso del saliente presidente de la Asociación de Bancos de México y director de Banca Mifel, Daniel Becker, pletórico de frases edificantes y cargadas de virtudes. El problema es que su banco tiene la mala costumbre de retener ilegalmente los recursos de sus clientes con la intención de apropiárselos usando argucias ilegales y aprovechando su reputada cercanía con el Gobierno de la CDMX.

¿Cómo? Así: Mifel congela los recursos de sus clientes –sin ningún tipo de mandato judicial o administrativo–. Después, instaura algún tipo de procedimiento civil o penal para obtener algún mandato que justifique la retención. Si es que el cuentahabiente no da por perdido su dinero y exige la devolución en sucursal, se le indica que debe realizar una reclamación en las oficinas centrales del banco, en avenida Presidente Masaryk 214, colonia Polanco, CDMX.

Y ahí, el personal tiene estrictas instrucciones de no atender a los reclamantes y no recibir ningún tipo de documentación, que se conformen con mandar un correo electrónico a la Unidad Especializada de Atención a Usuarios que, por supuesto, nunca contesta.

Si el cliente puede contratar abogados podrá defenderse, si no, ya engordó las utilidades de Mifel. Una vez que arranca el litigio, el cliente detectará que, con posterioridad al bloqueo de su cuenta, Banca Mifel provocó algún aseguramiento ministerial o judicial, embargo civil o congelamiento de la cuenta por parte de la Unidad de Inteligencia Financiera.

El pleito puede alargarse por años…, y si el cliente no demuestra que las medidas secundarias que la autoridad tomó sobre su dinero fueron arbitrarias, injustificadas o basadas en hechos falsos expuestos por Mifel, el banco ya ganó. Pero aun demostrando la felonía del banco de Becker, viene otro viacrucis, pues Mifel se saca un “as bajo la manga”. Simplemente le responde a las autoridades que ya cumplió con dejar sin efectos el aseguramiento, embargo o congelamiento de la cuenta…, y no regresa el dinero, pues alegará que decretó la “suspensión de la cuenta” supuestamente con base en el contrato bancario.

Ello es un cuento barato, pues ante la Condusef, de Oscar Rosado, no hay contrato alguno con cláusula de “suspensión de cuenta”.

Ante ello, el cliente debe iniciar “oootro” proceso jurídico para demostrar el abuso; si gana de chiripa, Mifel se podrá amparar. Y así, por agotamiento financiero o fastidio, los cuentahabientes renuncian a sus derechos y son esquilmados. Y en el remoto caso de que el cliente gane todas las instancias, Mifel sólo devolverá el saldo de la cuenta pero rasurada, sin los accesorios financieros justificando que la cuenta se encontraba suspendida.

¿Será que Becker está juntando nuevamente para intentar comprar Banamex?

TV Azteca va con Paramount. La nueva es la alianza entre TV Azteca, que encabeza Ricardo Salinas Pliego, con los estudios Paramount, al mando de Bob Bakish. Y es que el vicepresidente de Grupo Salinas, Benjamín Salinas Sada, ha mostrado una importante capacidad para aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado, tal y como sucede con Paramount.  Mediante esta unión, TV Azteca integra a su portafolio a Pluto TV, el reconocido servicio de streaming de la casa productora estadounidense para su promoción y comercialización exclusiva.