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Las dos caras del mundo

POLITICAL TRIAGE

Montserrat Salomón
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

El presidente de Ucrania ha cosechado un rotundo éxito en sus giras diplomáticas. Zelenski no sólo ha logrado un gran número de aliados internacionales, sino que han firmado varios compromisos de ayuda financiera y armamentista para seguir haciendo frente a la Rusia de Putin en la actual batalla en su territorio.

Este mes, como parte de los acuerdos, la Comisión Europea abrirá las conversaciones para la adhesión de Ucrania. Este paso podría significar un apoyo definitivo para su anexión en la OTAN, lo cual conlleva un espaldarazo militar que implicaría a los países miembros romper lanzas con Putin.

La cumbre de Lucerna reunió a más de 100 países que casi por completo firmaron el acuerdo para apoyar a Ucrania para acabar con la agresión e invasión rusa. Países clave se ausentaron. Como era de esperarse, Rusia no quiso sentarse a la mesa de negociación, como tampoco lo hizo China, que ha guardado sus distancias por sus lazos con Rusia.

En la cumbre, se dejó claro que la comunidad internacional considera una violación al derecho internacional la invasión del territorio ucraniano. Incluso se tachó la guerra de brutal y se recriminó a Putin no tener la intención de buscar la paz. Por su parte, Moscú reiteró que sus condiciones para el alto al fuego definitivo siguen siendo las mismas: la negativa absoluta a la entrada de Ucrania a la OTAN y el reconocimiento de las provincias en disputa como territorio ruso; es decir, la rendición de Ucrania.

Llama la atención el tono y los derroteros de las declaraciones de los representantes de la comunidad internacional. En el caso de Ucrania es casi unánime la llamada al respeto del territorio y las fronteras, alegando violaciones al derecho internacional y acusando de brutalidad al invasor. Sin embargo, estos mismos países callan o se muestran mucho más tímidos cuando se analiza la ocupación de Israel de territorios palestinos o la crueldad con la que se ha atacado a la población civil en Gaza. Si Ucrania ha sufrido su falta de reconocimiento para ser miembro de la OTAN, Palestina lleva décadas pidiendo ser reconocida como un Estado en pleno derecho.

Mientras Palestina no sea considerado un Estado, técnicamente no existirá una violación al derecho internacional, por lo que esa guerra sigue siendo una zona gris y sin ley en la que se puede actuar prácticamente con impunidad.

Zelenski se ha apuntado una victoria diplomática que tendrá que ser respaldada en el campo de batalla. Lucha contra Rusia y el miedo que tienen las naciones a oponerse en firme a Putin y su posible alianza con Beijing. Sin embargo, al menos cuenta con el reconocimiento de que esta guerra ha afectado a civiles que sí son reconocidos por el derecho internacional. Un privilegio que no todos tienen.