Pelear por quedarse con los jueces

EL ESPEJO

Leonardo Núñez González*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Leonardo Núñez González
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Las decisiones de los jueces impactan en la vida de la gente. Lo mismo en la resolución de una disputa entre dos personas que en la implementación de una decisión que mueve las fronteras de los derechos de millones más. Al tener tanto poder, los jueces son un blanco irresistible para ser capturado políticamente en casi cualquier momento de la historia y latitud, pues los resultados de sus decisiones pueden transformar vidas y sistemas políticos. 

En 2018, por ejemplo, la Corte Suprema del estado de Iowa, en Estados Unidos, tomó la decisión de reconocer que la Constitución local protegía la libertad de las mujeres para abortar como un derecho fundamental. Tan sólo cuatro años después, la misma Corte Suprema de Iowa echó abajo esta interpretación y despojó a todas las mujeres del estado de ese derecho. La explicación de este cambio se encuentra en que en 2019 el Partido Republicano implementó una serie de cambios en el proceso de nominación de los jueces que le permitió a la gobernadora nombrar cuatro nuevos miembros de la Corte Suprema, que rápidamente decidieron en el mismo sentido que los intereses de los republicanos.

En los últimos años, los republicanos han logrado cambiar las reglas de conformación de las cortes supremas de otros siete estados. Lo mismo han cambiado el número de asientos para poder luego ocuparlos con perfiles cercanos a ellos, como en Georgia y Arizona, o abrir esos asientos a la competencia electoral partidista, como en Ohio o Carolina del Norte. En cualquiera de los casos, la intención es la misma: asegurarse el control del Poder Judicial, pues a través de él están logrando impulsar agendas como las que han despojado a millones de mujeres del derecho a decidir sobre sus cuerpos.

En el nivel federal esta pelea ya ha sido ganada por el momento por los republicanos. No hay que olvidar que aún cuando sólo tuvo un mandato, Donald Trump colocó a tres jueces en la Corte Suprema, mientras que Obama con dos periodos, sólo pudo nombrar a dos. Eso transformó los equilibrios y los jueces colocados ahí por Trump han sido clave para consolidar una mayoría sistemática de 6 a 3 a favor de los republicanos y su agenda, lo que ha permitido casos como la revocación de la histórica decisión de Roe vs. Wade que garantizaba el derecho al aborto en todo el país. El tema es que esto puede profundizarse.

Si se escuchan los discursos de los últimos días del presidente Biden puede notarse que ha comenzado a mencionar como un tema de campaña que el próximo presidente podría tener en sus manos dos nombramientos más de jueces para la Corte Suprema. El foco en este tema no es casual, pues ante la poca emoción que ha ocasionado la campaña de Biden, uno de los temas que puede animar al electorado a participar es poner sobre la mesa el riesgo real de que controlen por completo a las instituciones judiciales, pues millones de personas ya están viviendo en carne propia las consecuencias de un Poder Judicial cuya composición es parte explícita del juego electoral. La pelea por los jueces no sólo está sucediendo de este lado del río Bravo.