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La Unión Europea, en crisis

POLITICAL TRIAGE

Montserrat Salomón
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Este fin de semana se llevaron a cabo las elecciones para la conformación de la Eurocámara. Este organismo reúne a los eurodiputados de los países miembros de la Unión Europea y se encarga de tomar decisiones de hondo calado en cuanto al mercado único europeo, protección del medio ambiente, migración, política exterior, etc. Los resultados no sólo afectan el gobierno de la comunidad, sino que son un fiel reflejo de la situación de cada uno de los miembros, mostrando la salud de sus gobiernos y el futuro de sus líderes.

Siendo que es una elección de importancia, históricamente han sido comicios con baja participación. Esta vez apenas llegó a 51%. Sin embargo, los resultados muestran un generalizado deslizamiento hacia posturas de extrema derecha. Este fenómeno es consistente con lo que se ha venido dando en los gobiernos europeos, incluso en países como Alemania y Francia que han sido por años el eje y la salud de la Unión Europea.

Así, aunque la alianza entre partidos liberales, socialdemócratas, verdes y centristas logra arañar 63% de los votos, el ascenso de los euroescépticos en el corazón mismo del gobierno de la Unión Europea parece imparable y con consecuencias imprevisibles. Estas formaciones han alcanzado un sólido 25%, lo que las pone no sólo en posición de negociar, sino que pone a temblar sus representaciones nacionales.

En Francia, por ejemplo, el partido de Marine Le Pen ha sido el claro ganador obteniendo prácticamente el doble de votos que el liderado por el presidente Macron. El presidente, ante semejante resultado, ha decidido reconocer la derrota y llamar a elecciones legislativas en Francia, un movimiento por demás riesgoso puesto que podría perder el control para cederlo a la derecha extrema de Le Pen. La apuesta de Macron está en que la mayor afluencia de votantes en unas elecciones nacionales confirme que la mayoría de los franceses sigue apoyando su proyecto y así legitimar su mandato, aunque en las eurodiputaciones las cosas pinten diferente.

En países como Italia, el partido de Meloni confirma su tendencia de crecimiento; mientras que en Alemania la ultraderecha se confirma como primera fuerza de la oposición al obtener el segundo lugar en la votación. Lo anterior augura una gestión friccionada en la que las alianzas serán la clave para mantener el control y un rumbo estable en la toma de decisiones.

Esta inestabilidad en Europa llega en un momento grave ante la guerra entre Rusia y Ucrania, el conflicto en Gaza y el probable regreso de un caótico Trump a la presidencia de EU. No es el mejor momento para titubear, por lo que maniobras como la de Macron podrían marcar el destino del proyecto de la Unión. Esperemos que el presidente haya hecho bien sus cálculos.