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Oposición famélica

FRENTE AL VÉRTIGO

PEDRO SÁNCHEZ RODRÍGUEZ
Por:
  • Pedro Sánchez Rodríguez

Se aproximan las elecciones de 2021 y con ello el primer reto electoral del Gobierno de AMLO, en el cual intentará mantener el Congreso y arrebatarle a la oposición más gubernaturas. Se trata de la elección más grande de la historia de México, participarán aproximadamente 95 millones de mexicanos, se instalarán el triple de casillas que en 2018 y de manera inédita las elecciones federales serán concurrentes con elecciones locales en los estados. El electorado mexicano decidirá refrendar su respaldo a la 4T o decidirá incrementar los jugadores con poder de vetar sus iniciativas.

Cronométricamente, a prácticamente un año de las elecciones, el Presidente aprovechó una de sus conferencias matutinas para revelar un documento que resume un plan para intentar arrebatarle a Morena el control del Congreso, intentar aumentar sus gubernaturas y buscar revocar el mandato de AMLO en 2022. El documento es una caricatura con el refinadísimo detalle de estar hecho, aparentemente, en máquina de escribir. Fidedigno o no, es la imagen de lo que es el Gobierno y la oposición hoy en México.

Por una parte, un Gobierno que ventila un documento como si fuera un plan para desestabilizar de manera fáctica su proyecto, alimentando la paranoia de que la transformación que impulsa genera una animadversión capaz de generar un golpe de Estado. Cuando se convive en el juego democrático los gobiernos deben asumir que por más de que estén bien sentados, la silla es prestada. Debe respetar que la oposición, mientras espera de pie, busca ansiosa y sedientamente conseguir la mayoría que la haga ocupar su sitio. Este documento, como muchos que describen un plan para las elecciones de 2021, no es un intento para tirarle una pata a la silla para tirarla, es un plan para dejar al Presidente en la orilla para preparar su salida.

Por otra parte, el documento describe exactamente la oposición que se ha diseñado AMLO. Una oposición conformada por los aliados históricos y los titulares de los gobiernos panistas y priistas de este siglo, los mismos columnistas, los mismos empresarios y un culto a la manipulación mediática. Una oposición que no está ansiosa, ni sedienta, sino deprimida y famélica. Como caricatura, el plan, es un óleo hiperrealista. Para 2021 la cara más visible del PAN es la de su expresidente, que hoy pertenece a México Libre. La cara insignia del PRI lleva año y medio de exilio en Europa. La cara más conocida del PRD es Presidente de México por Morena. ¿Hiperrealista? ¡Surrealista! El único actor vigente dentro de su partido, Movimiento Ciudadano, es el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro…

No basta que la oposición crea que se enfrenta a un Gobierno malo, para ganar una elección. Tienen trabajo que hacer. El destino del país no sólo se juzga por las acciones del Gobierno, sino también por el papel de su oposición.