Las afectaciones por la pandemia de COVID-19 llegaron hasta los productores de cempasúchil en Ciudad de México, quienes reportan que ante las restricciones sanitarias, como el cierre de panteones el Día de Muertos, prevén afectaciones en sus ventas por lo que han tenido que reducir el cultivo de las flores hasta en un 50 por ciento.
Como cada Día de Muertos en México se pueden ver flores de color naranja brillante decorando calles, casas, cementerios y altares tradicionales que honran a los seres queridos fallecidos.
Pero ese color será más tenue este año, pues las restricciones impuestas para detener la propagación del COVID-19 mantendrán a las personas en sus casas y los panteones, a donde las familias acuden a visitar las tumbas de sus familiares muertos, estarán cerrados para evitar concentraciones y contagios.
Debido a las medidas implementadas por la emergencia sanitaria, las 16 alcaldías de la Ciudad de México adelantaron que los 117 panteones de la capital permanecerán cerrados, para los festejos del Día de Muertos el 1 y 2 de noviembre y solo se continuará con las inhumaciones o incineraciones.
Pandemia 'marchita' el Día de Muertos
En un vivero de Ciudad de México, Concepción Cruz, productora de cempasúchil aseveró que solo el 50 por ciento de lo que se plantaría en un año normal se estaba cultivando ahora. "Ha habido muchas pérdidas este año", agregó.
Pero Columba López, directora de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural de Ciudad de México, dijo que los sacrificios valdrán la pena para evitar más muertes. "La gente tiene que quedarse en sus casas", agregó.
En el Día de Muertos, se mantiene viva una tradición que mezcla rituales católicos con la creencia prehispánica de que los muertos regresan una vez al año del inframundo.
Xochimilco se reinventa para vender las flores
Desde los meses de agosto y septiembre las primeros botones de la flor comienzan a aparecer para llegar a su punto máximo en octubre y noviembre durante la temporada otoñal.
Es así como los productores de la flor de cempasúchil lo largo del país comienzan con la venta de cara a las celebraciones por el Día de Muertos (1 y 2 de noviembre).
Xochimilco no se queda atrás, ubicado en el sur de la capital del país y escondido entre canales cientos de productos que durante el año siembran suculentas o cactáceas apuestan por las flores de temporada para obtener un ingreso extra.
En el caso de la familia de Othon Velasco es un negocio que su tío empezó hace doce años y actualmente se encuentran en busca de extender su producción, que este año alcanzó sólo 20 mil ejemplares debido a la pandemia por COVID-19.
En tanto, han optado por promocionar las flores a través de redes sociales para obtener nuevo mercado.
Una celebración ancestral opacada por el COVID-19
El cempasúchil, o caléndulas, se conoce como la "flor de los muertos", pues se cree que su olor atrae las almas y las hace regresar.
El Día de Muertos entrelaza las influencias españolas con el culto a los antepasados indígenas en América Latina, especialmente en México, Perú, Bolivia y Ecuador, que tienen grandes poblaciones indígenas.
En México, la gente construye altares el Día de Muertos en sus hogares. Enciende incienso y velas, adornan los montajes con calaveras de dulce, caléndulas, ataúdes de chocolate, esqueletos de papel maché y fotografías de los difuntos.
Las personas también ofrecen la comida favorita de sus parientes muertos y recuerdan sus gustos a pasteles, tequila y cigarrillos, para atraerlos a regresar.
"Este año es muy especial porque se murieron mis familiares de COVID, entonces para mi es importante y queremos brindarle una bonita ofrenda", dijo Dulce María Torres, una mujer que acudió a un mercado tradicional a comprar flores.
Con información de Reuters y Cuartoscuro
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