“Si alimentas a las niñas con historias de sororidad, mañana no les podrás pegar”: Ampuero

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Previo a su conversatorio Hacia una cultura para todxs, en donde junto a las escritoras Gabriela Jáuregui e Isabel Zapata habla acerca de los ecos que el movimiento #MeToo ha tenido en el continente, la narradora ecuatoriana María Fernanda Ampuero, y quien promociona su libro Pelea de gallos (Páginas de espuma), habló con La Razón respecto a cómo los productos culturales han replicado esquemas de sumisión femenina, como el amor romántico, y la forma en que cómo el consumo de series, películas y libros con temáticas feministas podría empoderar a las mujeres.

“Si alimentas a las niñas con historias de sororidad, mañana no les podrás pegar”: Ampuero

¿Consideras que el #MeToo mexicano y hechos como la marcha del 16 de agosto son el principio de una nueva revolución feminista?

Por lo menos se ha roto el silencio. Las grandes luchas feministas siempre han sido lograr ocupar el lugar que nos corresponde como el más del 50 por ciento de la población: primero fue el voto, después el divorcio, posteriormente el derecho de ir a la universidad y ahora la seguridad. La lucha soterrada siempre ha sido “no soy inferior”; la cosa es que durante mucho tiempo, gran cantidad de mujeres no pudieron hablar porque estaban dentro de una casa, y todas las luchas que fueron haciendo nuestras madres y abuelas feministas fueron allanando el camino hacia esto, el decir: “oye, a mí no me tocas un pelo”

¿Qué se ha conseguido el movimiento?

Ha logrado que estemos hablado de esto, haciendo conferencias al respecto, lo cual hace 10 años no pasaba.

¿Qué ha justificado históricamente la violencia hacia la mujer?

Esquemas culturales como el amor romántico, el cual está presente en los productos culturales desde el medievo, ha sido siempre vinculado a una cuestión de superioridad del hombre sobre la mujer, y de pronto nos enamoramos con ese esquema, el cual es una posición de esclavo-amo justificada supuestamente por un sentimiento; pero un amor donde no hay igualdad no es amor.

¿Cómo romper con esquemas como estos?

Es complicado, porque cosas como el amor romántico son parte de la estrategia del sistema patriarcal: desde niñitas consumimos historias que alaban eso y eso propicia que después se piense que la única razón de nuestra vida es conquistar a un hombre que nos salve. Tiene muchas cabezas y patas, es el ser más monstruoso que se pueda concebir, ¡Ni Lovecraft pensó en algo así! porque todo el tema de la belleza física, la bondad, la paciencia y sacrificio y la cosa de la virgen María como modelo de sumisión y aceptación… todo eso tiene que ver con ser la elegida de un hombre, por eso el lesbianismo es tan insoportable para el sistema patriarcal, porque son aquellas que no logra dominar.

Muchas de las descalificaciones que reciben las activistas es sobre su aspecto físico

A las que no entramos dentro del canon establecido de belleza también nos quieren destruir por ahí: que gorda, lesbiana o loca. Uno de los mayores ataques es a la inseguridad física, lo cual es triste porque es algo con lo que nosotros nos enfrentamos desde que somos niñas; es como si tus padres no consideraran que fueras querible y que hay algo en ti que no está bien y que estás fallando con tu simple presencia en el mundo… sientes que porque tienes cinco kilos más tus papás no te quieren. Esta es una violencia que nos pasa a todas, y cuando te crían así te están poniendo en bandeja para que te hagan daño y tú lo justifiques porque te piensas desagradable. Y es algo que sí nos afecta, porque aunque te veas en el espejo y veas a una escritora que ha vivido en el extranjero y que sale en los periódicos, siempre va a haber una parte de ti que te va a decir que no eres lo suficientemente bella, guapa y delgada. El monstruo que es el sistema patriarcal necesita que crezcas creyendo eso para después dominar.

¿Consideras que el papel de los productos culturales es fundamental para cambiar esto?

Si a una niña la alimentan sólo de series, películas, libros e historias donde las mujeres se salvan a sí mismas, entre amigas y donde el fin último no es conquistar a un príncipe, y donde hay chicas con todo tipo de cuerpos, el día de mañana no le podrás pagar menos, pegar ni violentarla. Creo que hay ahora al alcance de las chicas más productos donde se destaca la sororidad, muestra a mujeres fuertes y de temáticas feministas, pero aún falta mucho para lograrlo, pues es tumbar siglos de esquema.

¿Qué le recomendarías a una chica que quiere alzar su voz, atreverse a combatir a un acosador, por ejemplo?

Que contacte a la cuenta de #MeToo México, ahí hay expertas legales, psicológicas de ciberacoso y seguridad informática; ellas la van a asesorar bien, tendrán sororidad.

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