En el siglo XIX, las mujeres en lugar de ser consideradas artistas se les llamaba “las señoritas que pintan”, visión que les impidió llegar a espacios que ocupaban los hombres y a confinar su trabajo al ámbito doméstico: pintar a familiares o bodegones.
Debido a cómo fueron invisibilizadas y que hasta la fecha gran parte de sus obras se conocen muy poco, el Museo Nacional de San Carlos presenta la exposición Pintar en femenino: Mujeres en el sistema artístico mexicano 1846-1940. Homenaje a Leonor Cortina, que reúne 150 piezas de 49 artistas, entre ellas, Nahui Olin, María Izquierdo, Ángela Icaza, Guadalupe Velasco y Dolores Soto.
“Ha sido una historia de desigualdad, esta exposición tiene el objetivo de visibilizar a las pintoras, sobre todo las decimonónicas que son las más desconocidas, entre ellas tenemos a Ángeles Icaza, a las hermanas San Román y a Dolores Soto”, señaló ayer previo a un recorrido por la muestra Mireida Velázquez Torres, directora del Museo Nacional de San Carlos.
Llegan Alonso Alarcón, Marcelo Lombardero...
Comentó que uno de los propósitos es “que dejemos la imagen de las señoritas pintoras que se creó en el siglo XIX y las veamos de una manera independiente, fue una visión que les impidió afianzarse y en este momento podemos hacer un balance más justo”.
Para la exhibición se hizo una exhaustiva investigación a cargo de Mariano Meza Marroquín y Zyanya Ortega Hernández. “Se pudieron localizar muchas obras, las suficientes para una exposición, pero no para mostrar un panorama real de lo que produjeron las mujeres artistas entre el siglo XIX y XX, sabemos que hay muchas cosas por descubrir, lo que queremos es motivar más investigaciones y nuevas exposiciones”, apuntó Velázquez Torres.
Da la bienvenida la obra más importante del acervo del recinto, que de dos mil 100 obras, sólo 16 pertenecen a mujeres. Se trata del cuatro Retrato de dama, de la pintora francesa Marie Louise Élisabeth Vigée Le Brun.
La muestra incluye Retrato de enajenada, de Ángela Icaza, que fue atribuida a Juan Cordero, pero gracias a una labor de restauración que se hizo en 2019 se encontró la firma de la creadora.
La investigadora Ortega Hernández apuntó que este caso es interesante, porque es una muestra de cómo no se concebía que la obra pudiera haber sido pintada por una mujer.
Incluye también tres lienzos que están en proceso de donación al Museo de San Carlos: Rostro de virgen, Escena del establo y Escena del establo (gallinas), de Pilar de la Hidalga García, hija del arquitecto Lorenzo de la Hidalga. Los descendientes buscan que se conozca la labor creativa de la artista en la actualidad.
La exhibición hace un recorrido desde que la pintura hecha por mujeres sólo se veía como uno de los elementos para ser “buena esposa”, cuando las artistas pintan a familiares y no es bien visto que vendan sus obras, la etapa en la que salen de sus hogares y plasman paisajes, la lucha que emprendieron para poder estudiar en la Academia de San Carlos, donde se tiene registro de 144 mujeres que expusieron entre 1850 y 1898.
Ortega Hernández explicó que incluso cuando las creadoras comenzaron a tener un lugar en la academia, no podían tomar clases de desnudo, porque era mal visto; sin embargo, esta formación era importante para sus exploraciones artísticas y para pintar cuadros más complejos.
La exposición cierra con obras como, Mis sobrinas y Autorretrato, de María Izquierdo, quien recibió críticas de Siqueiros y Diego Rivera; Chapultepec e India Oaxaqueña, de Lola Cueto; y Gatos amorosos, de Nahui Olin, entre otras.