En la página setlist.com, un sitio que almacena información de todos los conciertos de música de distintos géneros, donde se puede consultar la hora de arranque de los shows, su duración, la lista de canciones que se interpretaron, a qué álbum corresponde cada una, por decir algo, aparece que en la fecha de Wilco en el Frontón México, el pasado 10 de diciembre, la última rola ejecutada fue “Spiders (Kidsmoke)”. Debajo del nombre entre paréntesis luce una acotación. Dice: (With crowd chanting).
NO EXISTEN DEMASIADAS CANCIONES de Wilco en la página de setlist que incluyan la misma nota. Ésta obedece a que casi al final del concierto, en “Spiders (Kidsmoke)” la audiencia comenzó a cantar un pa pa para pa pa pa pa pa para pa pa pa. Todo el público se puso de pie y empezó a entonar este canto que Jeff Tweedy, complacido, estiró como si se tratara de un chicle al que no se le ha terminado el sabor, pero al que quieres paladear con las yemas de los dedos. "Más", decía, y la gente, como si estuviera en la tribuna de un estadio de futbol, continuaba con su pa pa para pa pa pa pa pa para pa pa pa, acompañada sólo por el sonido de la batería, que se extendió por varios minutos. Esos minutos fueron la boda entre el público chilango y Wilco.
Rew
El concierto de Wilco, programado para sucederse en el Ángela Peralta, sufrió un cambio de venue de último momento; el motivo no está muy claro, la versión oficial apunta a que los vecinos del rumbo se inconformaron. Lo trasladaron al Frontón. Pero la gran sorpresa y su consecuente decepción fue que el lugar estaba abarrotado de asientos. Siempre es preferible estar de pie. Sin embargo, como si se tratara de una obra de teatro, nos sentaron a todos. Y contrario a lo que yo pensaba, la gente no se puso de pie cuando arrancó el concierto. Se quedaron ahí, como si fuéramos gringos. Estoy de acuerdo en que la mayoría de los fans de la banda, los que la seguimos desde su debut, ya necesitamos hacernos el antígeno de próstata cada año, pero aquello me pareció un rasgo de aburguesamiento. Unos pocos nos pusimos de pie, impulsados por la adrenalina de la música en vivo, pero nos tuvimos que sentar ante los gritos de “ai va lagua”.
Fast Forward
En algún punto del show, una persona del público hizo una petición. “Spiders”, gritó. Y Tweedy respondió que tenía un songbook de ocho mil canciones y que no podía tocarlas todas. Pero que tocaría cinco mil. El 40 % del setlist estuvo conformado por canciones de sus últimos dos discos. Cruel Country y Cousin. Un álbum acústico y otro semiacústico. El caso es que en ninguno de los dos suena la guitarra de Nels Cline como en discos previos, por ejemplo, A Ghost Is Born. Sin embargo, en las versiones en vivo, la guitarra de Cline se lleva el papel protagónico. Y uno como fan no puede dejar de preguntarse por qué en el disco no la explotan de la misma manera. Cómo puede ser que tengas a uno de los mejores guitarristas de la actualideath y lo desaproveches de tal manera.
Contrario a lo que yo pensaba, la gente no se puso de pie cuando arrancó el concierto
Rew
El ocho de diciembre, Wilco se presentó en el Teatro Diana de Guadalajara. A diferencia del público chilango, los tapatíos se pusieron de pie desde el minuto cero. El setlist varió. Tocaron menos hits y más material de sus últimos discos. La acústica del Diana resultó inmejorable para una banda como Wilco. Aunque en el Frontón también sonaron increíble. Cuando se acabó el concierto, de camino al coche, pasamos atrás del teatro y justo en ese momento estaba saliendo la banda. Ya habían subido todos a una furgoneta. En primer plano se veía a Tweedy sentado con las manos sobre el estómago. El único que continuaba firmando autógrafos era Nels Cline. Nos aproximamos a pedirle una foto. Y mientras nos la acabamos, le dije que él era Wilco, que él era el sonido de Wilco. Y en un gesto modesto dijo que para nada. Mientras por detrás Tweedy vigilaba cada una de nuestras palabras.
Fast Forward
Al abandonar el escenario, Tweedy lo hacía cojeando.
Con él arrastrando el pie como Fester, el caballo, se puso cierre a un año de conciertos memorables en la Ciudad de México. Una tocada que ha quedado inmortalizada en la página de setlist con ese (With crowd chanting).
Pa pa para pa pa pa.