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Éxodo, la última marea: ¿Vale la pena ver la película sobre la Tierra destruida?

"Éxodo: la última marea" se estrenó en cines de México; te decimos si vale la pena ver la película de ciencia ficción

Éxodo, La Última Marea: ¿Vale la pena ver la película sobre la Tierra destruída? Especial

En una era en que los excesos digitales marcan el paso y llegan a asfixiar el espíritu detrás de las producciones de fantasía y ciencia ficción, resultan más que satisfactorio encontrarse con “Éxodo: la última Marea”, una propuesta que más allá de lo bien o mal logrado del resultado, aludiendo a recursos de aire artesanal le otorga un subterfugio al toque humano detrás de la manufactura.

“Éxodo: la última marea” llega desde Alemania, donde una cámara de ímpetu orgánico se afana en jugar al límite de lo invasivo con los personajes, para que los atisbos sean los que vayan delineando el escenario, reservándose algunos planos abiertos que, contando con la complicidad de la bruma y los interminables parajes desolados con estructuras y vehículos trastocados con brutalidad, terminen de darle forma e identidad a un universo post apocalíptico.

La historia nos habla de un futuro donde tras una catástrofe, los seres humanos huyeron hacia el espacio para salvaguardarse en una colonia llamada Kepler. Ahora después de varios años en los que además las mujeres perdieron la capacidad reproductiva, envían una cápsula para averiguar si ya es posible regresar a la tierra y si las condiciones permiten volver a procrear.

La llegada será más que accidentada y los tripulantes encontrarán tanto para bien, como para mal, mucho más de lo que esperaban.

Es de ahí que surge la disyuntiva con respecto a la maternidad, la lealtad y el bien colectivo, que permiten dimensionar una protagonista a interpretada por una minuciosa y carismática Nora Arnezeder —“The Offer” (Miniserie, 2022)—, la cual bebe de la vena de las precursoras de las heroínas de acción y modelos de mujeres que hoy son el justo reclamo en la pantalla grande, dígase Linda Hamilton con su Sarah Connor o Sigourney Weaver con su Ripley; pero además impregnada del romanticismo por los inicios de la carrera espacial que invita a léalos guiños de agridulce evocación.

La incertidumbre inicial y los posteriores giros de la trama funcionan para mantener el interés del espectador, esto pese a que los vínculos que establece la cosmonauta recién llegada son apresurados y a veces predecibles.

El problema llega cuando los cuestionamientos y las decisiones ante los mismos dejan de ser claros, atropellando las motivaciones, lo cual aunado a lo injustificado de dejar fuera de la acción a algunos personajes, termina por tambalear una propuesta que pudo haber llegado mucho más lejos, sólo queda como una curiosidad fílmica.

Eso sí, “Éxodo: la última Marea” es interesante en sus puntos de partida debido al enfoque de los mismos que superan incluso lo rutinario de algunos rasgos del tema, así como refrescante y entretenida gracias al sutil vaivén de su desarrollo que aprieta el paso en los momentos adecuados, además de la elegancia del acabado.