Las promesas de Ricardo O’Farrill de ir a la Clínica Las Margaritas, lugar en el que fue anexado y maltratado, no fueron palabras al aire, pues el comediante sí llegó al lugar a hacer desastre y exigir que lo dejaran ver a sus compañeros, que están recluidos en contra de su voluntad.
Ricardo O’Farrill subió un video a sus redes en el que está afuera del anexo, el cual tiene reseñas en Google en la que se afirma que violenta y atenta contra los derechos humanos, gritando para exigir ver a sus compañeros.
“Quiero saber cómo está Camila, cómo esta Pau, cómo está el doctor Antonio, quiero saber cómo están sus familias”, gritó O’Farril afuera del anexo, para después escupir en la puerta.
“Llámenle a sus pinc*** patrullas ¡Llámenle!”, gritó antes de comenzar a tocar la aldaba de la puerta con fuerza e insistencia, y patear la entrada.
“Estos pinch*** cobardes no son capaces de abrir la puerta. En esta clínica maltratan a sus pacientes, sépanlo bien Cofepris, CNDH, Unifec… esta pin***clínica tiene que cerrar, porque nos tratan pero que en un anexo y cuesta más de 200 mil pesos”, gritó.
Asimismo, Ricardo O’Farrill afirmó que el personal de la Clínica Las Margaritas lo drogó con Valium sin su consentimiento “para curar mi adicción a la marihuana”.
“¡Justicia Camilia, para Rafa, para Jean Paul, el doctor Antonio para Artur!, un paciente que se quiere suicidar”, gritó para después tocar el timbre y el claxon de su carro por más de 2 minutos seguidos.
“Tienen una paciente que se llama Monse con neurodivergencia, la tratan como loca, la amarran a cada rato porque dicen que se pone violenta, ustedes ponen violenta a Monse porque conmigo a mi jamás se puso violenta, ¿qué chingad** es eso?”, añadió Ricardo O’Farrill para después orinar la entrada del anexo como una “protesta punk”.
Finalmente llegó una patrulla a calmarlo y los policías le pidieron que levantara una denuncia, a lo que él les dijo que pidiera refuerzos para poder entrar a la clínica, mientras seguía haciendo escándalo con el claxon.