Fue el propio Luis Ángel “El Flaco” cantante y ex vocalista de la popular banda de regional mexicano “Los Recoditos” quien confirmó la muerte de su hija María Fernanda de 21 años. Esto luego de que su cuerpo fuera hallado sin vida en las playas de Mazatlán.
La joven se metió al agua en la playa Cerritos de aquella ciudad de Sinaloa en la madrugada y no logró salir del mar, de acuerdo con los reportes, no estaba sola, sin embargo, las autoridades lograron rescatar al acompañante. El incidente ocurrió frente al famoso Hotel Riu.
Fue a través de redes sociales que se difundió un comunicado en el que se podía leer la trágica noticia para la familia del cantante:
“Estimados amigos, familia y compañeros de la prensa: con una profunda tristeza tengo que comunicar la partida de mi amada hija María Fernanda... es el dolor más grande que uno puede sentir. Agradezco todos los mensajes de apoyo y amor que he recibido, más adelante podré contestarlos”.
Es de destacar que María Fernanda veía en “El Flaco” a un padre, pues él se hizo cargo de ella desde que se casó con su exesposa Maricruz Robles, además tenía muy buena relación con sus hermanos Ángela y Luis.
El dolor de “El Flaco”
Más adelante y usando sus redes sociales, el cantante apareció y dio un mensaje en video, visiblemente afectado y aún con voz cortada y lágrimas, ofreció un consejo para los jóvenes y sobre todo para los padres a quienes les recomendó cuidar a sus hijos así estos se sintieran agredidos o poco comprendidos, pues ellos no iban a entender que es por su bien.
“Mi hija no tuvo otra oportunidad, ni hija no fue sólo un susto, mi hija se fue y dejó un vacío bien cabrón aquí, que no se cuanto tiempo va a llegar para poder medio entender lo que está pasando. Padres cuiden a sus hijos aunque se loe echen de enemigos, aunque se enojen, porque uno les dice algo, porque uno les llama la atención, porque uno les jala la rienda, hoy en día hay muchas libertades diferentes a cuando nosotros crecimos cuando estábamos morros, era bien distinto hoy, no sé como explicar no quiero echar la culpa a nadie, pero de repente nos falta esa fuerza para estar presentes ahí”.